Un ataque suicida provoca una matanza en un mercado de Afganistán

La explosión de un coche bomba ha causado este martes una matanza en un mercado de Afganistán. Al menos 89 civiles —entre ellos muchos niños— han muerto en el ataque suicida y 42 han resultado heridas. La explosión se ha registrado en un mercado del distrito de Orgun, en la provincia de Paktika, en el este de Afganistán. [Al día siguiente de publicarse esta información, el  Ministerio de Defensa afgano rebajó de 89 a 42 el número de muertos y elevó el total de heridos de 42 a 67].

"Ahora mismo, la Policía está llevándose a todos los heridos a los hospitales", ha explicado el subdirector de la Policía Local, Nissar Ahmad Abdulrahimzai, en declaraciones a Reuters. La agencia de noticias afgana Khaama ha asegurado en su página web que se ha registrado una potente explosión que ha dejado "decenas" de muertos y heridos, sin concretar la cifra.

Por el momento, ningún grupo terrorista ha reivindicado la autoría del atentado. El supuesto suicida detonó los explosivos ocultos en vehículo 4x4 en el aparcamiento del mercado, lleno de gente en el momento del suceso.

El gobernador del distrito de Orgun, Mohammad Raza Kharoti, ha explicado a la BBC que las víctimas son en su mayoría comerciantes y clientes que realizan sus compras para la fiesta con la que finaliza el Ramadán. "El bazar estaba lleno de civiles", ha afirmado el gobernador.

Se trata de uno de los peores atentados perpetrados en el país asiático en los últimos años.

Más de 60 personas murieron en dos atentados contra la minoría chií en 2011 y otras 41 perdieron la vida en otro ataque suicida en la Fiesta del Sacrificio —festividad mayor de los musulmanes— en 2012.

Los atentados suicidas son, junto con los artefactos explosivos improvisados (IED, en sus siglas en inglés), los métodos más recurrentes de los talibanes para atacar a las fuerzas afganas e internacionales desplegadas en el país, aunque en la práctica causan, como en este caso, un elevado número de víctimas civiles.

Paralelamente, dos trabajadores del palacio presidencial han muerto y siete han resultado heridos esta mañana al explotar una bomba al paso del vehículo en que viajaban en las afueras de Kabul.

En los seis primeros meses de este año, en Afganistán perdieron la vida 1.564 civiles, un 17% más que en la primera mitad de 2013, mientras que los heridos fueron 3.289, un 28% más.

Los datos muestran una preocupante situación en el país asiático después de que el año pasado las fuerzas de seguridad afganas se hicieran responsables de la seguridad ante la retirada paulatina de la ISAF, la misión de la OTAN en Afganistán, que concluirá a finales de este año aunque EEUU tiene previsto mantener unos 9.800 soldados en el país hasta completar su salida a finales de 2016.