Un asesinato múltiple remece a Houston

Ronald Lee Haskell (34) se ha rehusado a hablar con la policía desde que fue capturado la noche del miércoles, acusado del asesinato de 4 niños y dos adultos, miembros de su familia, en el barrio de Spring, Texas. Varias preguntas permanecen en el aire, como su estado mental y cómo tuvo acceso a un arma, una escena que se está repitiendo peligrosamente en los suburbios residenciales de Houston.

A simple vista era un hogar perfecto. Dos padres (Stephen y Katie Stay) y cinco hijos, eran conocidos por sus vecinos por ser una familia unida y religiosa. Pero este miércoles por la noche pasaron a los titulares nacionales, luego que el excuñado de Katie Stay fuera acusado por la policía de atarlos, para luego balear a niños y adultos en la cabeza.

La única sobreviviente, una menor de 15 años, dio pistas claves a la policía para encontrar a Haskell, quien supuestamente se dirigía a balear a otros miembros de la familia.

De acuerdo al informe policial los niños asesinados tenían 4, 6, 9 y 13 años respectivamente. En el reporte elaborado por el sargento Felipe Rivera, se especificó que la sección de Homicidios de la Oficina del Sheriff en el Condado de Harris, ya ha iniciado la investigación, pero hasta el momento Haskell “se ha negado a hablar”.

El alguacil del Condado de Harris Ron Hickman detalló que el jueves se realizarán entrevistas con otros miembros de la familia para esclarecer el caso. Al ser consultado por la prensa dijo que “no sabía nada aún” sobre la salud mental de Haskell.

Haskell llegó a la residencia de los Stay con una camiseta de Fedex. La compañía confirmó a EL PAÍS que él trabajó con ellos hasta enero de este año, pero no realizó comentarios respecto a los motivos de su salida.

El arresto de Haskell se realizó luego que la policía desplegara un amplio operativo que se extendió por cuatro horas, el miércoles por la noche, hasta que Haskell decidió entregarse. Ahora está acusado de asesinato capital y tiene su siguiente cita en la corte este viernes.

Haskell no registra historia criminal anterior. No está claro aún cómo tuvo acceso al arma con que supuestamente habría disparado a la familia.

En estados como Texas el derecho a mantener y portar armas, establecido por la Segunda Enmienda de la Constitución, está arraigado en la cultura popular. La Asociación Nacional del Rifle no ofrece detalles respecto a sus miembros por ciudad, pero Houston fue el lugar escogido para organizar su reunión anual el año pasado donde asistieron cerca de 87.000 personas.

Los vecinos de la familia Stay ya han armado un pequeño memorial al frente de la residencia, donde han dejado velas y flores. La mayoría de ellos ha descrito a la familia como ejemplar y lamentan lo sucedido.

En el barrio de Spring se destaca por ser una zona residencial de alto perfil, donde más de un 63% de su población es blanca y un 19% es afroamericana. El valor promedio de las viviendas es de 112.000 dólares, según la Oficina del Censo y el ingreso promedio de las familias es de 70.000 dólares.

Los tiroteos no eran comunes en los suburbios residenciales al oeste de Houston, pero durante el último año, al menos tres tragedias familiares han remecido la tranquilidad de sus vecindarios.

En mayo Ryan Walton fue acusado de asesinar a sus padres Linda y Michael, en su lujosa mansión de Katy, Texas. En enero pasado, la familia Sun completa fue asesinada, ambos padres y dos hijos figuraron entre las víctimas en el tranquilo barrio de Cypress. El crimen no ha sido resuelto.