México desentierra 31 cadáveres de fosas clandestinas en Veracruz
Los vecinos denuncian constantes desapariciones en una región en disputa entre cárteles
La medianoche del lunes una llamada anónima alertó a la Secretaría de Marina mexicana de la existencia de un cementerio clandestino en un rancho abandonado al sur de Veracruz. Las autoridades hallaron en la localidad de Cosamaloapan hasta 12 fosas con 31 cadáveres, algunos golpeados o con impacto de bala. 25 de ellos eran hombres y tan solo siete han sido identificados hasta el momento.
Según informó este viernes el procurador (fiscal) de Justicia del Estado, Luis Ángel Bravo Contreras, los cuerpos tienen entre cuatro días y tres meses de antigüedad, por lo que los crímenes son recientes. "Seis ya fueron entregados a sus familiares, son lugareños de la cuenca del Papaloapan", señaló en entrevista radiofónica.
El procurador veracruzano confirmó que el rancho donde estaban los cuerpos es propiedad de la familia de un político local, el expresidente del municipio vecino de Tres Valles Fernando Cano, quien había cedido la finca a su hija, Laura Cano Bravo. Ella y otras dos personas relacionadas con el terreno ya han declarado ante las autoridades.
Cosamaloapan tiene unos 30.500 habitantes, es el centro económico de la región y se dedica, fundamentalmente, a la producción de azúcar. El hallazgo de fosas clandestinas y la desaparición de personas es una constante en esta zona del Estado de Veracruz. Apenas en enero pasado, unos 600 ciudadanos marcharon vestidos de blanco para denunciar 26 desapariciones forzadas. Unos días antes, el cuerpo de la sobrina del exalcalde de otro ayuntamiento limítrofe fue encontrado sin vida. La familia de la joven de 19 años había pagado un rescate de 300. 000 pesos (unos 23.000 dólares), pero no sirvió de nada.
Según publica la prensa mexicana, el pasado 15 de enero vecinos de Cosamaloapan habían informado de la existencia de otras dos fosas . “La PGJ lo negó, pese a que familiares de los desaparecidos abarrotaron la sede regional de la Procuraduría para saber si entre los cuerpos estaban los de sus allegados”, escribe el semanario Proceso. Noé Zabaleta, corresponsal de la revista en Veracruz, asegura que el lugar se encuentra ahora bajo la vigilancia del Ejército Federal y la Marina. “Los secuestros de ganaderos y empresarios de la caña de azúcar son comunes en esta zona, que se encuentra bajo el domino del cartel de los Zetas”.
El investigador Alejandro Hope confirma que la región “refleja una guerra y una situación de inseguridad” que no ha mejorado. “Veracruz es una zona de paso de migrantes [de Centroamérica hacia Estados Unidos], así como un corredor de droga, donde se dan fenómenos muy serios de secuestro, extorsión y algunas de peores violaciones a derechos humanos”. El experto en seguridad considera que las últimas noticias indican que las autoridades han conseguido expulsar al grupo criminal de Los Zetas de las zonas urbanas, pero no tanto del rural. Además, la región se encuentra desde hace años en guerra entre cárteles de la droga por el control del territorio.
El hallazgo de fosas comunes ha sido una preocupación para México desde el Gobierno del presidente Felipe Calderón (2006-2012), coincidiendo con el inicio de una dura estrategia contra el narcotráfico. En abril de 2011, en San Fernando (Tamaulipas) se descubrieron 40 enterramientos clandestinos con 183 cadáveres, y entre 2011 y 2012 fueron encontrados sólo en el Estado de Durango una docena de fosas de las que se exhumaron más de 300 cadáveres. Asimismo, en diciembre de 2013, en el municipio de La Barca (Jalisco) aparecieron 80 cuerpos enterrados en los límites de ese Estado con Michoacán. Esta misma semana, el secretario de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong, reconoció que en México hay alrededor de 16.000 personas desaparecidas. “Lo más preocupante es que el descubrimiento de todos estos cadáveres no produce ninguna reacción, no hay consecuencias”, concluye Hope.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.