El sargento Bergdahl tenía un historial de abandono del puesto
El soldado ya había abandonado su puesto en el pasado
Un informe clasificado del Pentágono sobre la investigación de la desaparición del sargento Bowe Bergdahl establece que el soldado tenía un historial de abandonar el área en la que estaba confinada su patrulla – ya fuera el centro de entrenamiento en el que estuvo en California o su destino en un lugar remoto de Afganistán-, según informa el diario The New York Times, citando gente que ha sido informada sobre el documento.
El informe aporta pinceladas nuevas sobre la personalidad y los hábitos de comportamiento del soldado pero no esclarece las dudas sobre su desaparición a finales de mayo de 2009. Lo que sí deja claro, a lo largo de 35 páginas, es que la unidad a la que estaba asignado el sargento tenía mínimas medidas de seguridad y la disciplina no contaba entre sus mejores prácticas.
El documento –que fue acabado dos meses después de que Bergdahl desapareciera- expone que, lo más probable, es que el soldado se alejara del perímetro de seguridad de su unidad y se internara en territorio enemigo durante la noche por decisión propia, lo que no supone, según el documento, que pretendiera desertar.
La duda sobre si Bergdahl desertó o no ha empañado la noticia de su liberación, además de espolear la controversia por el canje por cinco presos de Guantánamo que costó rescatarlo de las manos de los talibanes.
En medio de señalamientos de antiguos compañeros de su unidad que lo acusan abiertamente de deserción, el gobierno de Barack Obama se ha visto obligado a defender públicamente su decisión de negociar su liberación. El Departamento de Defensa ha asegurado además que no descarta una investigación de su conducta una vez que el sargento se haya recuperado. El ambiente está tan enrarecido por las acusaciones que la localidad natal de Bergdahl, Hailey, en Idaho, anunció el miércoles que decidió suspender la fiesta de celebración de su liberación que había convocado para el 28 de junio.
Según informó este miércoles The Military Times, Bergdahl habría traspasado en una ocasión el alambre de espino que marcaba hasta donde podía llegar, algo que nunca fue reportado a la cadena de mando, según sus colegas. El informe, conocido como “15-6”, debido al nombre que se da a la sección del Ejército que regula tales investigaciones, sí confirma algunos detalles que hasta ahora se han mencionado, como que el soldado envió por correo a su casa en EEUU su ordenador portátil y su diario, así como que dejó en su tienda su arma, el chaleco y se llevó consigo una brújula, agua y navajas.
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