Hollande y Merkel califican de “ilegal” el referéndum en el este de Ucrania
La canciller alemana y el presidente francés amenazan a Rusia con nuevas sanciones si no apoya las elecciones del 25 de mayo
La canciller alemana, Angela Merkel y el presidente de Francia, François Hollande, ofrecieron este sábado en Stralsund, una ciudad medieval en el mar Báltico, una categórica demostración de unidad y dureza del famoso eje francoalemán, al calificar como “ilegal” el referéndum que tendrá lugar este domingo en el este de Ucrania y pidieron a Rusia una mayor colaboración para hacer posible la celebración de unas elecciones legítimas en Ucrania, que puedan contribuir a la normalización del país.
En una contundente declaración conjunta suscrita al cabo de una reunión informal de dos días que se realizó en el distrito electoral de Merkel, la canciller alemana y el mandatario galo amenazaron a Rusia con nuevas sanciones si no apoyaba las elecciones que deben tener lugar el próximo 25 de mayo en Ucrania, unos comicios que deberían devolverle la estabilidad al país.
“Un fracaso de la celebración de las elecciones presidenciales internacionalmente reconocidas desestabilizarían aún más al país. Francia y Alemania piensan que en este caso debe haber consecuencias tal como decidió el Consejo de Europa el 5 de marzo”, señala el comunicado dado a conocer en Stralsund.
Esta nueva demostración de unidad y fuerza del eje franco alemán tuvo lugar tan solo 24 horas después de la visita que realizara el presidente de Rusia, Vladimir Putin, a Crimea. La visita fue calificada por Occidente como una provocación y una muestra de apoyo poco disimulado al referéndum de autodeterminación que han organizado los separatistas prorrusos en el este de Ucrania.
El encuentro de Merkel y Hollande, calificado como una visita privada del mandatario francés estuvo marcado por la crisis en Ucrania y, aunque los dos líderes tenían previsto barajar otros temas, como la elección del futuro presidente de la Comisión Europea, el tema recurrente fue Ucrania y la posición de Moscú en la crisis.
Merkel y Hollande, por ejemplo, pidieron a Moscú una reducción visible de las tropas rusas estacionadas en la frontera con Ucrania y se mostraron a favor de que la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) pusiera en marcha un azaroso trabajo destinado a recolectar todas las armas ilegales que circulan en Ucrania.
“Tenemos relaciones con Vladimir Putin y queremos utilizarlas para que él pueda entender la dimensión de lo que está en juego en Ucrania en las próximas semanas”, dijo Hollande, en el marco de una rueda de prensa conjunta con Merkel. “El presidente ruso debe enviar señales de que quiere disminuir la tensión para que las elecciones puedan tener lugar”, añadió por su parte la canciller alemana, quien recordó, junto con Hollande, que ambos países no deseaban llevar las sanciones al nivel tres, pero que el cambio dependería de la actitud que adoptase Putin.
Para asegurar algo parecido a un día electoral normal en Ucrania el próximo 25 de mayo, Merkel y Hollande pidieron a Kiev y a los grupos prorrusos que se abstengan de cometer actos de violencia, intimidación o provocaciones en el día de las elecciones, una petición que también esta dirigida al gobierno de Kiev.
“La posesión ilegal de armas debe cesar de inmediato”, admitieron Merkel y Hollande, al criticar los actos de violencia que tuvieron lugar en Odesa y Mariúpol. Más importante aún, la canciller alemana y el mandatario francés hicieron un llamamiento a la convocatoria de un “diálogo nacional entre los representantes del gobierno ucraniano y los representantes de todas las regiones en Ucrania”, una medida que debería llevarse a cabo antes de las elecciones del 25 de mayo
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