El atentado contra el alcalde de Járkov agrava la violencia en el este de Ucrania

El atentado en el que ha resultado malherido el alcalde de Járkov, Guennadi Kérnesh, lleva a un nuevo nivel cualitativo la escalada de violencia que sacude el este de Ucrania. Kérnesh fue tiroteado por la espalda poco antes de las 12 de la mañana, cuando paseaba en bicicleta, según el portavoz de prensa del municipio. Los disparos le atravesaron el hígado y un pulmón. Operado de urgencia, Kernesh estaba inconsciente y su estado era muy grave. A la clínica acudió Mijaíl Dobkin, el candidato del Partido de las Regiones a la presidencia de Ucrania, que fue su predecesor en el cargo de alcalde de la urbe, un importante centro industrial y científico.

Kérnesh es un personaje polémico, criticado tanto por los proeuropeos vinculados al “Maidán” (las protestas contra Víctor Yanukóvich y a favor de la integración a la UE) como por el “Antimaidán” (los partidarios de la integración con Rusia en la Unión Aduanera). Ambos sectores se han enfrentado de forma reiterada durante los primeros meses de este año, disputándose físicamente la sede de la administración provincial. Pero el ataque contra el regidor no fue el único del día. Activistas prorrusos atentaron con palos y navajas contra manifestantes proKiev en Donetsk. Varios quedaron heridos según informó la agencia France Presse.

Con todo, el grupo de intelectuales que se han unido en torno al “grupo coordinador Euromaidan” han conseguido últimamente iniciar un diálogo con los activistas “Antimaidan”, que ha propiciado una mayor comprensión entre unos y otros.

De la tranquilidad que reinaba en Járkov el sábado daba cuenta el exmagnate ruso Mijáil Jodorkovski, hoy activista político, que visitó la ciudad en el marco del foro de diálogo Rusia-Ucrania que ha organizado y patrocina. En una reunión con intelectuales locales, Jodorkovski constató que se podía ir por las calles de Járkov “con tranquilidad”. Antes, en Kiev, Jodorkovski había presidido una reunión de 400 personas de la élite política y cultural de ambos países, tras la cual quiso conocer por sí mismo la situación en las regiones del este de Ucrania, incluida Donetsk, donde acudió a la Administración Provincial ocupada por los activistas de la llamada República Popular de Donetsk.

El domingo, sin embargo, el ambiente cambió en Járkov y se produjeron refriegas entre partidarios de una y otra opción después de un partido de fútbol. El resultado fueron 14 heridos. Medios del Euromaidán en aquella localidad, contactados telefónicamente, calificaron como “inducida desde fuera” la violencia que estalla cada vez que hay un acercamiento entre los dos sectores enfrentados. “Kérnesh es responsable de una ciudad de 1,5 millones de personas con todos sus problemas y todos sabemos que el funcionamiento de la misma depende de él”, explicaba por teléfono Viktoria Sklyárova, miembro del grupo de coordinación del Euromaidán de Járkov. “Sea cual sea la valoración que merezca nuestro alcalde como político, el terror y la violencia son absolutamente intolerables”, dijo Skliarova, que anunció un comunicado del grupo al que pertenece para condenar el atentado.

La situación en el norte de la provincia de Donetsk comienza a recordar a Chechenia en vísperas de la primera guerra con Moscú en 1994

Los sectores del euromaidán vinculan a Kérnesh con la corrupción reinante y los elevados costes de las obras públicas que se han emprendido bajo su mandato. En los últimos tiempos, los activistas del “antimaidan” habían comenzado a reprocharle al alcalde su comprensión creciente por los argumentos de sus oponentes, tales como una Ucrania unitaria, señalaron fuentes desde Járkov.

El partido de las Regiones, la formación que ha aglutinado a los sectores rusoparlantes de Ucrania, se enfrenta a la delicada tarea de defender los intereses de sus electores rusoparlantes y deslindarse de la agresiva política de Rusia.

Por otra parte, “la reacción de los rusoparlantes a las protestas del Maidán ha hecho comprender a muchos que si queremos mantener la unidad del Estado es necesario tomarse en serio y respetar los intereses de los rusoparlantes de Ucrania”, afirmaba Sklyárova. Si estas concesiones de una y otra parte son serias, tal vez indiquen progresos en la cristalización del Estado ucraniano, que se producen en paralelo a situaciones como las del norte de la provincia de Donetsk, que comienza a recordar a Chechenia en vísperas de la primera guerra con Moscú en 1994.

Desde hace cerca de medio año, Kérnesh recibía numerosas amenazas y lo había hecho saber al Ministerio del Interior”, según dijo por teléfono su jefa de prensa Tatiana Gruzínskaya. Hace un mes, Kérnesh había acusado al ministro del Interior Arsén Avakov de estar detrás de esas amenazas. Avakov fue gobernador de Járkov y sus relaciones con Kernesh fueron tensas en el pasado.

Curiosamente, el alcalde se encontraba bajo arresto domiciliario nocturno, ya que las autoridades centrales en Kiev habían abierto investigación por amenazas y supuesto secuestro de dos activistas del "Euromaidán”. Las condiciones del arresto, que Kérnesh considera político, le permitían trabajar durante el día como alcalde, cargo para el que había sido elegido, pero debía recluirse en su domicilio a partir de las 9 de la noche. En calidad de alcalde, fue invitado a participar en una reunión que el primer ministro en funciones Arseni Yatseniuk mantuvo con políticos de las regiones orientales de Ucrania en Donetsk este mes de abril, afirmó Gruzínskaya.Del alcalde se dice que es un buen gestor y que tiene una considerable fortuna personal.

En Járkov, el magnate Jodorkovski dijo que intentaría hacer todo lo que estuviera en su mano para que "Ucrania tenga éxito, porque así la democratización de Rusia irá más deprisa”, dijo Jodorkovski en Járkov. El exmagnate manifestó que en Rusia desconocen la situación en Ucrania y que los habitantes de Crimea no sabían lo que les esperaba cuando votaron por unirse a Rusia. Jodorkovski abogó por el modelo europeo tanto para Rusia como para Ucrania y, basándose en su convivencia carcelaria con chinos y ucranianos, dijo que el modelo chino de trabajo rutinario y la incapacidad de “transgredir el reglamento” no es apropiado para rusos y ucranianos, que "saben resolver situaciones individuales de forma creativa e inventan algo nuevo cada vez”.