Obama amenaza a Corea del Norte con nuevas sanciones
Seúl advierte que una nueva prueba nuclear de Pyongyang provocaría una carrera de armas
Corea del Norte está acostumbrada a encaramarse en lo más alto de la agenda de los viajes de mandatarios extranjeros a Corea del Sur. Y lo ha vuelto a hacer una vez más. El presidente estadounidense, Barack Obama, se encuentra este viernes en Seúl, adonde ha llegado procedente de Japón, en medio de signos de que Pyongyang está preparándose para llevar a cabo una nueva prueba nuclear, que podría hacer coincidir con la visita del dirigente americano. Obama ha respondido con una clara advertencia. Quizás ha llegado el momento de considerar nuevas sanciones contra Pyongyang, “que sean incluso más mordientes”, según ha asegurado tras celebrar una cumbre con la presidenta surcoreana, Park Geun-Hye, en la que ha reafirmado a Seúl el firme compromiso de Washington para que el Norte abandone sus ambiciones atómicas. Corea del Sur es la segunda etapa de la gira asiática de ocho días del presidente americano.
Fotografías de satélite comerciales tomadas el 23 de abril muestran un incremento de actividad en el campo de pruebas nucleares norcoreano de Punggye-ri, que “probablemente está relacionado con preparativos para llevar a cabo una detonación”, según ha asegurado el Instituto Estados Unidos-Corea de la universidad estadounidense Johns Hopkins.
Corea del Sur indica que el Norte podría explosionar pronto la cuarta bomba nuclear de su historia
El documento confirma las informaciones del Ministerio de Defensa surcoreano, que ha dicho esta semana que la actividad detectada en el campo subterráneo de Punggye-ri indica que el Norte podría explosionar pronto la cuarta bomba nuclear de su historia, tras las de 2006, 2009 y 2013.
Obama, sin embargo, ha reconocido que el impacto que pueden tener nuevas sanciones es limitado. “Corea del Norte es ya, con mucho, el país más aislado del mundo. Su gente sufre terriblemente a causa de las decisiones de sus líderes. Y no vamos a encontrar una bala mágica que resuelva este problema de la noche a la mañana”, ha declarado en Seúl, informa Associated Press.
Corea del Norte es ya, con mucho, el país más aislado del mundo. Su gente sufre terriblemente a causa de las decisiones de sus líderes. Y no vamos a encontrar una bala mágica que resuelva este problema de la noche a la mañana Barack Obama, presidente de EE UU
Park ha señalado que la conclusión de su Gobierno es que Corea del Norte está “totalmente preparado ahora” para una nueva prueba y que “la situación es muy tensa”. También ha advertido que la realización del ensayo atómico provocaría un “cambio fundamental” en el entorno de seguridad de la región y dispararía una carrera de armamento nuclear.
Las imágenes de satélite muestran movimientos de vehículos y materiales cerca de lo que se cree que son las entradas de dos túneles de pruebas finalizados, según la página web 38 Norte del Instituto Estados Unidos-Corea. También se ven vehículos que probablemente sean de control y mando, destinados a suministrar informaciones seguras entre el campo de ensayo y otras instalaciones. 38 Norte recuerda que los preparativos para la prueba nuclear llevada a cabo en febrero de 2013 alcanzaron su máximo dos o tres días antes de la explosión. Seúl ha advertido que Pyongyang puede estar simplemente aparentando y tratarse de un farol.
El Norte dijo el mes pasado que no descartaba efectuar “un nuevo tipo” de ensayo atómico para potenciar su poder disuasorio, después de que el Consejo de Seguridad de la ONU condenara a Pyongyang por haber lanzado un misil balístico de alcance medio al mar al este de la península coreana.
Si el régimen de Kim Jong-un lleva adelante el ensayo nuclear, en clara violación de las resoluciones de la ONU, se trataría de un claro desafío al intento de Obama de consolidar el papel de Estados Unidos como potencia en Asia. Pero también serviría para estrechar más las relaciones entre Washington, Seúl y Tokio sobre este problema, y colocaría en una situación muy embarazosa a China, el único país que se considera que tiene gran influencia sobre Pyongyang.
EE UU suministró a Corea del Norte más de 940 millones de euros en ayuda alimentaria y energética entre 1995 y 2008
El presidente estadounidense abordó la cuestión norcoreana también durante su estancia en Tokio, desde donde instó a China a poner freno a su aliado y dijo que Pekín tiene un papel “crucial” que jugar para calmar las tensiones en la península. “Corea del Norte se ha involucrado en acciones provocadoras durante las últimas décadas. Ha sido un actor irresponsable en la escena internacional durante las últimas décadas. Es el país más aislado del mundo. Está sometido a más sanciones y condenas internacionales que ningún otro país del mundo”, dijo.
En una entrevista por escrito con el diario surcoreano JoongAng Ilbo realizada antes de su llegada, Obama advierte a Corea del Norte que debe “esperar una respuesta firme de la comunidad internacional si comete el error de realizar otra prueba atómica”. Algo que, seguramente, ha sonado a música conocida en Pyongyang.
Corea del Norte arremetió esta semana contra el viaje de Obama, que calificó de movimiento “peligroso”, que elevaría la tensión y traería “nubes oscuras de carrera de armamento” a la península.
Park Geun-Hye llamó por teléfono el 23 de abril al presidente chino, Xi Jinping, y le instó a que disuada a Kim Jong-un de efectuar una nueva prueba nuclear, y, según publica este viernes el influyente diario japonés Asahi, responsables del Ministerio de Exteriores chino sin identificar han advertido a Pyongyang que la ayuda al país podría verse afectada si realiza el ensayo.
El incremento de los potenciales preparativos nucleares antes del viaje del mandatario americano a Seúl es percibido como parte de la estrategia habitual de Pyongyang para atraer la luz de los focos, y presionar de este modo a Obama y Park para que adopten una actitud más suave con el Norte.
Estados Unidos suministró a Corea del Norte más de 1.300 millones de dólares (940 millones de euros) en ayuda alimentaria y energética entre 1995 y 2008, según un informe del Servicio de Investigación del Congreso de Estados Unidos, antes de que las conversaciones multilaterales para el desmantelamiento del programa de armas atómicas norcoreano fracasaran.
El país se encuentra sometido a sanciones de la ONU desde la prueba de 2006, y tiene vetado realizar ensayos atómicos y de misiles. Los miembros de la ONU tienen también prohibido comerciar armamento con Corea del Norte y gestionar transacciones comerciales que puedan facilitar estas compraventas.
Acabar con el plan nuclear del Norte ha sido el objetivo de sucesivas Administraciones estadounidenses. Con poco éxito. Obama ha situado la cuestión en el centro de su política asiática, y, ante los continuos fracasos estadounidenses en este sentido, se ha plantado y ha exigido a Pyongyang que renuncie a sus ambiciones atómicas antes de relanzar las conversaciones internacionales sobre el desmantelamiento del programa nuclear norcoreano, que pueden conducir al suministro de ayuda a Pyongyang. El régimen de Kim Jong-un insiste que su programa atómico es una herramienta de disuasión, frente a una posible invasión estadounidense, y no parece dispuesto a renunciar a él.
La visita de Obama a Seúl se ha visto marcada también por la tragedia del transbordador de pasajeros surcoreano Sewol, hundido hace más de una semana, con un balance de más de 300 muertos y desaparecidos.
Obama tiene previsto visitar el sábado a algunos de los 28.000 soldados que Estados Unidos tiene en Corea del Sur, para seguir, a continuación, su viaje, rumbo a Malasia y Filipinas.
Poco antes de que despegara esta mañana de Japón hacia Corea del Sur, Washington y Tokio han acordado una comunicado conjunto en el que plasman que el tratado de seguridad que tienen los dos países cubre las islas conocidas como Senkaku por Japón y como Diaoyu por China, en el mar de China Oriental, que se disputan estos dos países. Algo que ya declaró de forma pública el jueves el presidente estadounidense. El comunicado también recoge el compromiso de Estados Unidos y Japón de seguir trabajando y dar “pasos valientes” para lograr un pacto bilateral que permita cerrar el Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económica (TPP en sus siglas en inglés), que incluye a 12 países y se encuentra estancado.
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