Moscú pide que las zonas con población rusa tengan voz en la nueva Constitución
El presidente ucranio Turchínov afirma que no se opondría a un referéndum
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, aseguró este lunes que las regiones del este de Ucrania, con mayoría de población rusohablante, deben participar en la redacción de la nueva Constitución del país que se someterá a referéndum probablemente el mes próximo y que definirá el modelo de Estado que tendrá el país. “Es interés de Rusia una Ucrania íntegra, unida, amistosa, en la que todos los ciudadanos vivan tranquilamente, gocen de sus derechos, tengan la posibilidad de comunicarse tranquilamente con sus vecinos. Y eso es posible lograrlo mediante una profunda reforma constitucional”, dijo Lavrov en una rueda de prensa tras reunirse con su homólogo sudanés.
Paralelamente, el presidente interino de Ucrania, Alexandr Turchínov, dijo que no se opondría a una consulta sobre la estructura del Estado que podría coincidir con las presidenciales del próximo 25 de mayo. “No estamos en contra de que se celebre el referéndum”, dijo Turchínov en el Parlamento, en referencia a una de las principales demandas de los prorrusos sublevados en el este desde hace una semana.
En su comparecencia ante la prensa, el jefe de la diplomacia rusa también rechazó las acusaciones de EE UU y Ucrania acerca de la presencia de agentes encubiertos rusos en el este ucranio. “No nos metemos en los asuntos internos de Ucrania. Eso se contradice con nuestros intereses. No hay agentes nuestros allí... Si han detenido a alguien, que lo muestren. Pero no lo hacen”, dijo.
Lavrov valoró la intención de Kiev de presentar supuestas pruebas de la presencia en la zona de militares rusos en la reunión a cuatro entre EE UU, Rusia, Ucrania y la Unión Europea prevista para este jueves como un intento de armar un escándalo basado en unos “semihechos disparatados”. “Si existen pruebas, que no tengan escrúpulos en presentarlas. Si tenéis vergüenza de hacerlo eso quiere decir que no tenéis ninguna”, añadió el ministro.
Lavrov confirmó la inquietud ante la amenaza del uso del Ejército por parte de Kiev, expresada por el embajador ruso ante la ONU, Vitaly Churkin, durante la reunión urgente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre la crisis de Ucrania, que se celebró el domingo por la noche y de nuevo demostró el aislamiento internacional de Moscú. “La situación puede agravarse seriamente, y quienes instan a las autoridades de Kiev a usar la fuerza deben asumir su completa responsabilidad al respecto”, añadió ayer Lavrov.
El jefe de la diplomacia rusa advirtió a su homólogo ucranio en una conversación telefónica de que el uso de fuerza contra los manifestantes en el sur y sureste del país vecino puede “socavar seriamente la perspectiva de colaboración en la búsqueda de una solución de la crisis ucraniana”.
Según Lavrov, Moscú no puede tolerar la hipocresía de Occidente, que se manifiesta, entre otras cosas, en la falta de reacción ante tales injusticias, como la denegación a periodistas rusos de la entrada en el territorio de Ucrania.
De una manera más o menos explícita, la mayoría de los 15 miembros del Consejo de Seguridad ha admitido la intervención de Rusia en los últimos acontecimientos en el este de Ucrania, recalcando los paralelismos con lo sucedido en Crimea. Incluso China, tradicional aliado de Rusia en el Consejo, ha optado como en las reuniones anteriores por una vaga apelación a la diplomacia para resolver el conflicto. “Hacemos un llamamiento para que todas las partes eviten la escalada de la tensión y sigan trabajando en la vía diplomática”, se limitó a señalar el representante de China.
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