Del 11-S al asilo político en Suiza
Más de mil aparatos han sido desviados con diversos fines en casi 70 años de historia de la aviación comercial
Desde la II Guerra Mundial, más de un millar de aviones comerciales han sido secuestrados por razones de todo tipo, por terroristas pero también en ocasiones por los propios pilotos. Los hechos más mortíferos ocurrieron el 11 de septiembre en EE UU, cuando terroristas suicidas estrellaron cuatro aviones y acabaron con la vida de casi 3.000 personas.
Desde entonces se endurecieron las medidas de seguridad que debe llevar la cabina de pilotaje para evitar que algún pasajero pueda acceder, pese a lo cual se han producido medio centenar de secuestros desde entonces en todo el mundo. Entre otras cosas, se obligó a que la puerta solo pueda abrirse desde el interior, esté cerrada durante el vuelo y solo se abra unos segundos para que los pilotos reciban comida o vayan al cuarto de baño.
Esa fue la ocasión elegida por un copiloto de Ethiopian Airlines que el pasado 17 de febrero secuestró el avión en la ruta de Addis Abeba a Roma. Hailemedhin Abera Tegegn, de 31 años, esperó a que su comandante fuese al retrete para hacerse fuerte en la cabina y desviar el B-767 a Ginebra para pedir asilo político.
El caso dio para muchas bromas porque ocurrió de madrugada y la Fuerza Aérea suiza solo trabaja en horario de oficina, de modo que fueron dos Eurofighters italianos los que escoltaron al avión etíope hasta que dos Mirage 2000 franceses tomaron el relevo a la altura del Mont Blanc.
En ese millar de casos de secuestros recogido en la base de datos de Aviation Safety Network, hay de todo, incluso el robo de un Focker 50 por la guerrilla colombiana del ELN, que en abril de 1999 secuestró un vuelo doméstico de Avianca, lo aterrizó en una pista en la selva y retuvo a los pasajeros durante 19 meses. Los casos de desvíos de aviones proliferaron durante la guerra fría (al menos 15 aviones fueron derivados con éxito a países occidentales desde el otro lado del telón de acero entre 1947 y 1953) y durante los años sesenta y setenta del pasado siglo hubo muchos y sonados casos de secuestro por motivos políticos, varios de ellos a manos de la Organización para la Liberación de Palestina contra aviones israelíes y estadounidenses.
Mucho más raro es que un piloto desvíe su propio avión para suicidarse. La citada base de datos solo recoge 16 casos (incluidos los cuatro del 11-S), pero de los 12 restantes muy pocos están confirmados. Los más famosos, el del vuelo de EgyptAir 990 que se estrelló en el Atlántico en 1999 y el de Silkair 185 en 1997, han sido ampliamente discutidos.
El último caso registrado, en noviembre pasado, se refiere a un avión de las líneas aéreas de Mozambique. De nuevo en esta ocasión uno de los pilotos había ido al baño unos minutos antes de que el Embraer 190 se estrellase en Namibia. Se investiga si fue el comandante, que supuestamente tenía graves problemas personales, el responsable.
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