El primer ministro chino promete “tolerancia cero” con la corrupción
Li Keqiang elude citar la posible investigación al exmiembro del Comité Permanente Zhou Yongkang El jefe de Gobierno insiste en que China declarará “la guerra a la contaminación”
Cada año, al finalizar la sesión anual de la Asamblea Popular Nacional (el Parlamento), el primer ministro chino se somete al escrutinio de la prensa nacional e internacional. Es un ritual muy bien preparado, en el que cientos de periodistas llenan una de las enormes salas del Gran Palacio del Pueblo, en la plaza Tiananmen, en Pekín, y hacen sus preguntas previamente pactadas al jefe de Gobierno, en la única rueda de prensa que da al año.
Las preguntas suelen abordar los logros del año anterior –esto es tarea habitualmente de la prensa china-, los desafíos del que comienza y los principales temas de actualidad.
Este jueves había tres temas que flotaban en el ambiente: la desaparición en pleno vuelo del avión de Malaysia Airlines en la madrugada del sábado, con 227 pasajeros (153 de ellos, chinos) y 12 tripulantes a bordo; la posible investigación por corrupción al antiguo miembro del Comité Permanente del Politburó y exmáximo responsable de seguridad nacional Zhou Yongkang, y el ataque el pasado 1 de marzo en la estación de tren de Kunming (capital de la provincia de Yunnan), en el que murieron a cuchilladas 29 personas. Sus autores fueron ocho “terroristas separatistas” de la región china de Xinjiang, según los denominó el Gobierno. Cuatro de ellos fueron abatidos por la policía.
La desaparición del avión ha sido el asunto abordado en la primera pregunta por Li Keqiang, y el primer ministro ha asegurado que China no parará de buscar el aparato “mientras haya un destello de esperanza”. Sobre los otros dos temas candentes -la situación de Zhou Yongkang y el ataque en Kunming-, no ha habido respuestas, puesto que no ha habido preguntas.
Li sí ha tenido, sin embargo, palabras duras contra la corrupción. Ha afirmado que Pekín mostrará “tolerancia cero” con esta lacra, y ha prometido que el brazo de la ley llegará a cualquier funcionario corrupto por muy alto nivel que tenga. “China es un país gobernado por la ley. No importa quién sea y cómo de alta sea su posición. Si viola la disciplina del partido y la ley del país, se le tratará con severidad y será castigado con todo el alcance que permite la ley, porque todo el mundo es igual ante la ley”.
El hecho de que Li no se haya referido directamente a Zhou Yongkang, pone de relieve la sensibilidad del tema, y puede indicar que dentro del partido hay diferentes visiones sobre cómo abordar la situación.
La prensa china, sin embargo, ha comenzado a mencionar al exzar de la seguridad. Zhou ha sido relacionado por Global Times –periódico liado al Diario del Pueblo, órgano oficial del Partido Comunista Chino (PCCh)- con una investigación contra la corrupción, que ha afectado a algunos de sus antiguos colegas y socios empresariales.
Si se confirma que Zhou está en el punto de mira de la poderosa Comisión Central de Inspección de la Disciplina, se trataría de la primera vez que ocurre con un miembro del Comité Permanente del Politburó, y lanzaría el claro mensaje de que ni siquiera la élite del PCCh es inmune a la campaña contra la corrupción puesta en marcha por el presidente chino, Xi Jinping, y Li Keqiang desde que llegaron al poder en el congreso del partido en noviembre de 2012. El Comité Permanente es el máximo órgano de poder del PCCh. Está compuesto por siete miembros. Eran nueve hasta el congreso de 2012, momento en el que Zhou se retiró.
La rueda de prensa anual con el primer ministro es una operación perfectamente organizada. Las autoridades chinas deciden con antelación a quién ofrecen la posibilidad de preguntar y los periodistas tienen que enviar las preguntas por adelantado para ser aprobadas. El Ministerio de Exteriores advirtió a los medios que no plantearan la cuestión de Zhou o “serían vetados para poder hacer preguntas en el futuro”, según ha informado hoy el diario de Hong Kong South China Morning Post.
El resto de la comparecencia de Li ha tocado desde las perspectivas de crecimiento económico a la contaminación y las relaciones de China con sus vecinos asiáticos, Estados Unidos, Hong Kong o Taiwán.
Li ha afirmado que el objetivo de crecimiento de la economía del 7,5% en 2014 que anunció el 5 de marzo durante la presentación del informe sobre la labor del Gobierno en 2013 y las perspectivas para el año en curso es un objetivo flexible, lo que parece indicar que Pekín aceptaría un crecimiento menor, dentro de sus planes de reformar la economía para hacerla más sostenible y menos dependiente de las exportaciones y la inversión. “El crecimiento del PIB (producto interior bruto) que queremos es el que traiga beneficios reales a nuestra gente, ayude a incrementar la calidad y la eficiencia del desarrollo económico y contribuya a la conservación de la energía y la protección medioambiental”, ha señalado. La economía china creció un 7,7% el año pasado, frente a una previsión, fijada en marzo de 2013, también del 7,5%.
No obstante, Li ha afirmado que el Gobierno mantendrá un crecimiento suficiente para garantizar los planes de crear 10 millones de empleos en 2014. “Creemos que tenemos la capacidad y todos los medios para garantizar que el crecimiento económico se mantendrá en un rango razonable este año”. También ha dicho que las autoridades planean suavizar la carga fiscal y regulatoria a las empresas y abrir mercados tales como el sanitario y los servicios financieros que están dominados por el Estado.
El primer ministro ha vuelto a repetir que China declarará “la guerra contra la contaminación”, como dijo en el discurso de apertura de la sesión parlamentaria. “Vamos a declarar la guerra contra nuestra propia ineficiencia y nuestros insostenibles modelo de crecimiento y modo de vida”, ha asegurado. “No podemos simplemente sentarnos y esperar a que el viento o la lluvia barran la nube de polución”.
Durante la sesión de la Asamblea Popular Nacional, que ha durado nueve días, los 3.000 parlamentarios llegados de todo el país han tratado el ambicioso plan de reformas presentado en el Tercer Pleno Tercer Pleno del 18 Comité Central del PCCh para liberalizar más los mercados, otorgar un mayor papel a la empresa privada y acelerar los planes de urbanización de la población, con objeto de que la economía sea más sostenible, menos dependiente de las inversiones y la exportación, y más del consumo interno. El Gobierno ha asegurado que la reforma estructural de la economía es la prioridad número uno para este año.
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