Rusia amenaza con anular el control de la reducción de armas nucleares
Las inspecciones, hasta 18 al año, están previstas por el tratado Start III
Rusia amenaza con suspender las inspecciones internacionales de armas nucleares en su territorio en respuesta a las medidas tomadas por EE UU a raíz de la crisis de Ucrania. Las inspecciones están consignadas en el tratado Start III sobre armas estratégicas firmado por ambos países en 2010 que prevé la reducción tanto del número de ojivas nucleares como de dispositivos de lanzamiento de misiles.
Un alto cargo del Ministerio de Defensa ruso comentó a las agencias locales que están estudiando dicha suspensión porque las inspecciones “son una medida de confianza, pero a causa de las sanciones declaradas por EE UU no puede haber contactos regulares y normales relacionados con el cumplimiento de tratados”.
El Pentágono ha suspendido la colaboración militar entre ambos países, incluidas maniobras, reuniones bilaterales, visitas y conferencias ya planificadas. Además, Washington ha anunciado la restricción de visados y otras sanciones contra personas y entidades responsables de la intervención militar rusa en Crimea.
“Estamos preparados para tomar esa medida de respuesta a las declaraciones del Pentágono sobre la suspensión de la cooperación entre los ministerios de Defensa” de ambos países, explicó el alto cargo. “Las infundadas amenazas de EE UU y la OTAN a Rusia por su política en Ucrania las interpretamos como un gesto hostil que nos permite actuar como en circunstancias de fuerza mayor”, agregó.
De acuerdo al Start III, las partes podrán tener un máximo de 1.550 cabezas nucleares cada una y deberán reducir el número de dispositivos de lanzamiento de misiles a la mitad. El documento permite 18 inspecciones al año.
Mientras tanto, en San Petersburgo las autoridades dieron luz verde para realizar un mitin de los opositores a la intervención en Crimea, en el que participaron unas 300 personas. En Moscú la oposición ha pedido permiso para celebrar un mitin antibélico el sábado 15, en vísperas del referéndum en que los crimeos votarán para que la península pase a formar parte de Rusia, pero aún no lo ha obtenido.
El ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, ha exigido una investigación independiente para determinar quiénes fueron los francotiradores que dispararon contra los manifestantes en Kiev en los días previos a la caída de Víctor Yanukóvich. Lavrov se basa en la filtración en YouTube de una conversación telefónica en la que el ministro de Exteriores de Estonia, Urmas Paet, le dijo a la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, que le había llegado información de que los francotiradores podían ser de la oposición. Según Paet, que dice que ha sido malinterpretado, todo apunta a que tanto policías como manifestantes fueron asesinados por los mismos francotiradores.
Lavrov reiteró que las sanciones contra Rusia podrían tener un efecto bumerán; insistió en que las nuevas autoridades ucranias son incapaces de estabilizar la situación, pues están en manos de la ultranacionalista Sector de Derecha, y afirmó que Rusia está abierta al diálogo con Occidente para buscar una salida a la crisis.
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