Janus abandona la costa Este pero deja a su paso temperaturas gélidas
La tormenta, propia del invierno, paraliza la región y cancela miles de vuelos en aeropuertos como los de Washington y Nueva York
La tormenta Janus abandona la costa Este pero deja tras su paso temperaturas gélidas y paisajes blancos en la mayor parte de la región. Acompañada de mucha nieve, fuertes vientos y temperaturas que no superaron ayer martes los cero grados centígrados, Janus provocó que se cancelaran y retrasaran miles de vuelos y que se cerraran las oficinas del Gobierno en muchas ciudades,incluidas las de la capital federal, y miles de escuelas.
La ola de frío, que se desplazó desde Kentucky hasta Nueva Inglaterra y que afectó a unos 50 millones de estadounidenses, golpeó con más fuerza a la población que vive entre las ciudades de Boston y Filadelfia, dónde se superaron más de 20 centímetros de acumulación de nieve. Este miércoles, los expertos estiman que la nieve seguirá cayendo en ciudades como Boston y en los Estados más próximos a Canadá, y que las temperaturas bajarán unos 10 grados sobre las que se registraron ayer -en alguno sitios, se superaron los -20 grados centígrados-. Se espera que las bajas temperaturas continúen hasta el viernes, según el Servicio Nacional de Meteorología.
La región ha amanecido esta jornada con atascos en muchas carreteras, en las que los conductores se han visto atrapados durante horas, y muchos estudiantes no han podido llegar a sus escuelas. Más de 1.500 vuelos han sido cancelados en la jornada de hoy a nivel nacional, según la consultora flightaware.com. El servicio de ferrocarril, Amtrak, seguirá siendo limitado a lo largo de este miércoles.
Según los expertos, Janus ha sido una tormenta propia del invierno que se desarrolló en la costa Atlántica y se desplazó por toda la región noreste del país, llevando consigo vientos procedentes del ártico. Las condiciones meteorológicas obligaron a declarar la situación de emergencia en los estados de Nueva York, Nueva Jersey y Delaware, mientras que las áreas de Pensilvania, Maryland, Virginia, Massachusetts y Virginia Occidental permanecen en alerta, informa EFE.
A diferencia de lo que ocurrió hace dos semanas, según los expertos, el temporal no ha sido causado por los efectos del vórtice polar, que provocó graves problemas en distintos puntos de la nación y en el que 10 personas perdieron la vida. En esta ocasión, el temporal ha dejado al menos un muerto en Maryland, después de que su coche derrapara y chocara contra un camión.
A pesar de que muchas escuelas cerraron en Estados cono Connecticut y Nueva Jersey, el sistema educativo público de la ciudad de Nueva York, el más numeroso de la nación, permaneció abierto. Este miércoles, en Washington, los funcionarios han sido informados de que pueden llegar al trabajo con dos horas de retraso, debido al hielo y a la acumulación de nieve, que dificulta desplazarse en algunos lugares de la capital federal.
Más de 3.000 vuelos fueron cancelados la jornada de ayer en muchos de los aeropuertos con más tráfico de EE UU, como son los de Washington, Baltimore, Nueva York o Boston. En este último sigue la alerta de posibles retrasos y cancelaciones, sobre todo en los vuelos domésticos. La nueva ola de frío también provocó que se acabara el suministro de combustible en algunas regiones, haciendo que los precios de gas propano y natural llegarán cifras récord, de 100 a 200 dólares en un mes.
El temporal trastocó la agenda del presidente de EE UU, Barack Obama, que se vio obligado a retrasar sus reuniones programadas, según informó la Casa Blanca. También se canceló la rueda de prensa diaria de su portavoz, Jay Carney.
Las condiciones adversas también afectaron al gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, que se quedó sin poder celebrar la fiesta de investidura de su segundo mandato, prevista en la isla de Ellis. Christie, hasta ahora firme candidato republicano para las próximas elecciones presidenciales de 2016, sigue en el centro de la polémica por el escándalo del puente de Fort Lee (Nueva Jersey), que separa este Estado con la ciudad de Nueva York, que denuncia que parte de su equipo decidió bloquear varios carriles del puente George Washington para vengarse del alcalde demócrata de la ciudad por no respaldar su reelección a gobernador. Christie volvió a ganar el pasado noviembre.
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