Las aerolíneas intentan limitar las tarifas oportunistas durante el Mundial

La disputa por pasajeros entre las aerolíneas para el Mundial, que se celebra en Brasil entre los días 12 de junio y 13 de julio, se ha ampliado tras el anuncio de Azul de delimitar un techo de 999 reais (426 dólares) para sus vuelos, entre 6 de junio y 20 de Julio.

Enseguida, Avianca decidió adoptar la misma medida. La única diferencia es que la aerolínea establecida en Brasil desde 2010 mantendrá este precio por tramo del 1 de febrero hasta el 31 de julio. Juntas, Avianca y Azul atienden al 25% de la demanda nacional por vuelos internos, según la Asociación Brasileña de Empresas Aéreas (Abear).

La prensa nacional vigila con lupa los precios de las aerolíneas. Y ha encontrado algunas diferencias desorbitantes, de hasta 1.555 reais (663 dólares) de diferencia entre los precios de dos compañías para un vuelo desde Guarulhos (el aeropuerto internacional de São Paulo) hasta la capital Brasília, durante los días del Mundial.

Si el 2 de enero decidiéramos comprar un billete de Azul para viajar a Brasília el 22 de junio y volver a São Paulo el 24, pagaríamos 879 reais (375 dólares). Para volar con Tam en esta misma ventana entre los partidos de la selección brasileña en la capital, pagaríamos 2.349 reais (unos 1.000 dólares) por el mismo servicio.

EL PAÍS consultó las páginas de las aerolíneas el pasado viernes. Azul tiene ahora una tarifa de 999 reais (426 dólares) por tramo durante este período. Tam ofrece billetes desde 328 reais (139 dólares) hasta 1.120 reais (478 dólares), además de ofrecer tarifas más elásticas al cliente (puedes elegir una tarifa más cara, pero que permite cambio de fecha, por ejemplo).

Los precios son resultado de la medida establecida el pasado jueves por la Agencia Nacional de Aviación Civil (Anac), de aprobar 1.973 nuevos vuelos solicitados por las aerolíneas. La mayor concentración de rutas será en los ejes Galeão (Río de Janeiro)-Ezeiza (Buenos Aires), Brasília-Guarulhos (São Paulo), Fortaleza-Guarulhos, Santos Dumont (Río de Janeiro)-Viracopos (Campinas) y Galeão-Aeroparque (Buenos Aires).

Según José Wagner Ferreira, consultor de aviación y turismo, este incremento de vuelos en determinados puntos provocará la cancelación de otros tramos. “Para crear estas líneas, las aerolíneas tendrán que redistribuir los vuelos, ya que no habrá un aumento equivalente del número de aviones”, dice.

Ferreira también afirma que, históricamente, el pilar del mercado brasileño, la demanda por vuelos corporativos, prácticamente se extingue durante períodos como el Mundial. “Hay mucho folclor alrededor de estos eventos. Pero Tam y Azul quieren arreglar sus problemas financieros durante el Mundial y obviamente esto no ocurrirá”.

Marcelo Mota, director de operaciones del aeropuerto de Viracopos, en Campinas, asegura que la aprobación de nuevas autorizaciones de vuelos rescatará la oferta, reducida en 2013. De acuerdo con Mota, la demanda durante el Mundial aumentará un 40% respecto a la rentabilidad histórica del transporte de pasajeros durante estos meses.

El vice-presidente comercial y de marketing de Avianca, Tarcísio Gargioni, dijo que el Mundial representará 40 días atípicos para la empresa. “Hicimos una prueba durante la Copa de las Confederaciones y la demanda de vuelos acompañó el rendimiento de la selección brasileña”, asegura. Respecto a la política de tarifas de Avianca, Gargioni dijo que el compromiso de la empresa es asistir al pueblo brasileño, no solamente el turista que vendrá para el Mundial.

En 2013, las aerolíneas brasileñas ajustaron tarifas y rutas frente a la creciente demanda registrada en la última década: de cerca de 30 millones anuales en 2003 a 90 millones de pasajeros el año pasado. Mientras esta multitud fue incorporada al servicio aéreo, las tarifas, ajustadas por la inflación, cayeron un 60% en media.

Durante los últimos cinco años, el crecimiento del mercado nacional se mantuvo en 12,6% anual, llegando al 23% en 2010. En 2013 el aumento del mercado interno, en una predicción preliminar, fue del 1%, de acuerdo con Lucas Arruda, socio de Lunica Consultoria. Arruda también diagnosticó una estrategia de las cuatro grandes empresas nacionales (Tam, Gol, Azul y Avianca) de redistribuir los vuelos y readecuar los precios, que subieron un 10%.

En un comunicado, el presidente de Azul, David Neeleman, un ingenioso ejecutivo conocido por sus acciones de negocios y marketing, dijo que la empresa “vino para estimular la demanda de pasajeros, propiciando que los brasileños, un pueblo enamorado del fútbol, tengan la oportunidad de participar en las competiciones en el país”.

Tam, líder del mercado nacional, explicó en una nota que “los asientos durante la competición serán vendidos con billetes a precio competitivo y accesible”.

Gol también optó por enviar una nota de prensa en la que dice que “está comprometida con el éxito del evento, conducida por la creencia de que la mejor contribución que puede ofrecer al país es el mantenimiento de su política de tarifas, que cambió el perfil de la aviación en el país: mantener los precios más bajos, hoy y siempre”.