Los rebeldes sirios atacan posiciones de los yihadistas en el bastión de Raqqa
Los islamistas radicales han impuesto un régimen de terror en las zonas que controlan
Con la esperanza de arrinconar al Estado Islámico de Irak y Siria, el Ejército Libre Sirio, nominalmente moderado y secular, ha lanzado una ofensiva en su contra en la ciudad de Raqqa, la primera capital provincial que los rebeldes le arrebataron al régimen de Bachar el Asad, en marzo. Allí, según varios grupos observadores, el Estado Islámico, que se nutre de numerosos yihadistas extranjeros, ha impuesto un reino de terror, impartiendo justicia a discreción y encarcelando a todo tipo de disidentes.
De ese modo, los rebeldes a los que apoya Occidente ya emplean más tiempo y recursos en combatir el islamismo radical que en impedir la recuperación y refuerzo del régimen de El Asad. Para el Ejército Libre Sirio es una estrategia necesaria, dada la costumbre del Estado Islámico y otras milicias afines de asentarse en núcleos de población conquistados al régimen con numerosas bajas durante los casi tres años de conflicto armado, en el que han fallecido ya más de 100.000 personas.
Ha sido la presencia en Siria del Estado Islámico, y unos métodos que incluyen las ejecuciones sumarias, las mutilaciones y decapitaciones y las detenciones arbitrarias de cooperantes y periodistas, lo que ha frustrado en numerosas ocasiones cualquier tipo de intervención occidental en el conflicto, impidiendo la entrega de armas de Estados Unidos o los países europeos a los rebeldes moderados o incluso un ataque con misiles al régimen que la Casa Blanca había ideado como respuesta al supuesto uso de armas químicas.
El viernes varias brigadas opositoras afines al Ejército Libre lanzaron lo que han llamado una ‘nueva revolución’. Es en realidad una ofensiva para devolver al Estado Islámico a Irak, de donde procede y donde sus milicianos han puesto recientemente en jaque al gobierno de Nuri al Maliki. En días pasados, los rebeldes moderados han expulsado a esos yihadistas de varios vecindarios y localidades en las provincias de Alepo, Idlib y Hama, tomando el relevo en varios puestos de control también en la frontera con Turquía.
En preparación para la conferencia de paz que comenzará el 22 de este mes en Suiza, la Coalición Nacional Siria, brazo político del Ejército Libre y grupo opositor reconocido por Occidente, ha reelegido como líder a Ahmad Jarba, quien ocupa ese cargo desde el mes de julio.
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