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Liberado El Ponchis, ‘niño sicario’ mexicano, tras cumplir su condena

Edgar N. Jiménez, El Ponchis, de 17 años, fue trasladado a Estados Unidos en medio de un complejo operativo de seguridad

Paula Chouza
Detención de el 'niño sicario' en diciembre de 2010
Detención de el 'niño sicario' en diciembre de 2010EFE

Edgar N. Jiménez no sabía leer cuando llegó al centro de menores del mexicano Estado de Morelos en diciembre de 2010. Tenía entonces catorce años y sus delitos -posesión de armas de fuego exclusivas del Ejército y participación en secuestros, torturas y homicidios- le valieron una sanción de tres años. La madrugada de este martes este “niño sicario” adiestrado desde los cinco años por el crimen organizado, fue liberado en medio de un gran despliegue de seguridad. Custodiado por policías estatales, federales y agentes de la Procuraduría General de Justicia, El Ponchis, como se le conoce popularmente, fue trasladado directamente al aeropuerto internacional de la Ciudad de México para viajar a Estados Unidos, adonde planeaba volar el 3 de diciembre de 2010, cuando fue apresado por el Ejército. Allí le espera su madre. Con la doble nacionalidad, el joven había solicitado hace unos meses terminar junto a ella su condena, pero nunca recibió respuesta de las autoridades del país vecino.

El traslado a Estados Unidos era la única alternativa para garantizar la seguridad de Edgar. En los últimos dos años, 12 compañeros del Centro de Medidas Privativas de la Libertad para Adolescentes (CEMPLA) han sido asesinados al volver a la calle. “Es complicado, saben demasiado y a nadie le conviene eso", decía una fuente de la justicia estatal hace dos meses. Los expedientes de Edgar revelaron en su día crueldad extrema y conductas antisociales. Además, el relato, dantesco, del modo en que asesinó a sus víctimas fue reproducido al detalle en la prensa de la época. Conscientes de los riesgos, las autoridades llevaban meses trabajando en su salida con los familiares, “mujeres”, confirmaron.

Además de aprender a leer y recibir una instrucción académica completa, durante el trienio de internamiento, El Ponchis recibió terapia psicológica. Este lunes, el secretario de Gobierno de la entidad, Jorge Messeguer, quien muy temprano confirmó la liberación de Edgar vía Twitter, había comentado en la misma red social: “El interés del @GobiernoMorelos es que Edgar "N" conocido como "El Ponchis" tenga las mejores condiciones porque también fue víctima”. La liberación del joven, prevista para dentro de una semana, cuando se cumplían formalmente los tres años de su ingreso en el centro de menores, fue adelantada por sorpresa. "Se hizo pro dos razones", explica el secretario en entrevista telefónica. "La seguridad y su derecho a la privacidad como menor. Este fue un caso muy sonado y en la cobertura se iban a violar".

“Su caso saltó a los medios por el modo en que fue detenido”, explicaba en septiembre la presidenta del Tribunal Unitario de Justicia para Adolescentes de Morelos, Ana Virginia Pérez Güemes. Los militares lo interceptaron el 3 de diciembre de 2010 en el aeropuerto de Cuernavaca, en Morelos, justo antes de volar a Tijuana con una de sus hermanas. Desde allí pensaban trasladarse a San Diego para encontrarse con su madre, que había emigrado cuando él tenía apenas cinco años y a quien no veía desde hacía nueve. "Su vida, un historial de abandono tras abandono desde el momento del parto, justifica su integración a las células del crimen organizado", aseguraba Pérez Güemes.

El caso de El Ponchis es el primero documentado en México de un niño adiestrado por el narcotráfico. Bajo las órdenes de Julio de Jesús Hernández Radilla, El Negro, jefe del extinto cártel del Pacífico Sur y hoy en la cárcel por el asesinato del hijo del poeta Javier Sicilia, Edgar Jiménez reconoció haber matado a cinco personas. Se dijo entonces que el niño era adicto a la marihuana y cometía sus crímenes drogado. Un policía comenta que el chico se quejaba de que su padre le robaba las “grapas” –cocaína-. El hermetismo con el que las autoridades han dirigido su caso fue justificado hace unos meses como una medida de protección del menor. A la pregutna de si este joven podría representar ahora algún peligro o ha asido rehabilitado, el secretario de Gobierno, Jorge Messeguer, responde: "No se lo podríamos asegurar. La gente que lo conoció hablaba de que era callado, introvertido. Nosotros hicimos todo lo posible mientras estuvo en el centro: apoyo psicológico, instrucción. Incluso le garantizamos protección en la salida. Todo lo que estuvo en nuestra mano".

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Sobre la firma

Paula Chouza
Periodista de Política en EL PAÍS. Participó en el lanzamiento de EL PAÍS América en México. Trabajó en el Ayuntamiento de A Coruña y fue becaria del Congreso de los Diputados, CRTVG o Cadena SER. Es licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela, Máster en Marketing Político y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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