“Si Nicaragua no cumple, acudiremos al Consejo de Seguridad de la ONU”
Enrique Castillo saluda las medidas cautelares de La Haya que dan la razón a Costa Rica en su contencioso territorial con Managua
La decisión por parte de la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ) de imponer nuevas medidas cautelares contra Nicaragua en relación con el contencioso fronterizo que mantiene con Costa Rica desde 2010 por la invasión de una pequeña isla en el cauce del río San Juan ha pillado al canciller costarricense, Enrique Castillo, en Washington. El fallo, que obliga al Gobierno nicaragüense a paralizar el dragado de dos canales, que abrió cuando ya estaban en vigor las primeras medias cautelares que el tribunal dictó en 2011, y a retirar el equipo físico de excavaciones y toda presencia humana de la isla Portillos en el plazo de dos semanas, supone para el ministro de Asuntos Exteriores “un triunfo de Costa Rica, de la justicia y del derecho internacional”. Castillo, explica a EL PAÍS cómo están las relaciones con el país vecino y el viraje que ha dado su país en materia de defensa de derechos humanos coincidiendo con el inicio de sus relaciones con China.
Pregunta. ¿Qué hará Costa Rica si, como ha ocurrido hasta ahora, Nicaragua no cumple con las medidas cautelares de la CIJ?
A diferencia de lo ocurrido en 2011, parece que la CIJ sí ha tomado control de la situación y que va a estar pidiéndole cuentas a Nicaragua sobre la ejecución de sus medidas"
Respuesta. Existe una debilidad en el sistema internacional en la medida en la que la CIJ no está dotada de instrumentos que le permitan aplicar de manera coactiva sus resoluciones, pero, en esta ocasión, a diferencia de lo ocurrido en 2011, parece que la CIJ sí ha tomado control de la situación y que va a estar pidiéndole cuentas a Nicaragua sobre la ejecución de sus medidas.
P. ¿Y si no es suficiente?
R. Volveremos a la corte y esperaremos al fallo final y si Nicaragua, en vistas de una resolución adversa, no cumpliera, tenemos pensado acudir al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que sí está dorado de mecanismos efectivos.
P. El conflicto territorial con Nicaragua ha concentrado casi todos los esfuerzos en política exterior del Gobierno de Laura Chinchilla. Hay quien considera que esa nicaragüización de las relaciones exteriores ha descuidado otras prioridades de la agenda exterior de Costa Rica.
Cuba sí nos solicitó nuestro apoyo para entrar en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, pero China creo que no pidió nuestra ayuda"
R. Eso no es cierto. Efectivamente, le ponemos atención a lo de Nicaragua y le dedicamos un tiempo que quizás sí estaría mejor empleado en otras cosas, pero la verdad es que el resto de objetivos de la política exterior de Costa Rica no los hemos descuidado. Nuestra agenda se basa en cinco ejes que son democracia y paz, derechos humanos, medio ambiente, desarrollo sostenible y el comercio exterior y la promoción de inversiones. Costa Rica es uno de los principales promotores del tratado sobre las armas de fuego y estamos en una campaña de la promoción de las ratificaciones. En materia de derechos humanos seguimos muy activos en el consejo de Derechos Humanos de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
P. En ese consejo se han incorporado recientemente Cuba y China. Dadas las buenas relaciones entre Costa Rica y el gobierno de Beijing, ¿votó su país a favor de la entrada de estos dos países?
R. Los votos son secretos y revelarlos nos causaría problemas con aquellas otras naciones amigas por la que no hubiéramos votado. Cuba sí nos solicitó nuestro apoyo pero China creo que no pidió nuestra ayuda.
P. Costa Rica, y la propia presidenta Chinchilla hizo hincapié en esta idea en su discurso de toma de posesión, siempre se ha caracterizado por ser una gran defensora de los derechos humanos, sin embargo, desde que han formalizado las relaciones con China, parece que su país ya no es tan beligerante en esta materia. ¿Hasta qué punto ha influido este ‘efecto China’ a la política exterior costarricense?
Costa Rica hoy en día no asume la tarea de hacer recriminaciones en el plano bilateral a los países con los que tiene relación, pero sí seguimos siendo defensores activos de los derechos humanos en los organismos multilaterales"
R. El cambio que se ha producido es que Costa Rica hoy en día no asume la tarea de hacer recriminaciones en el plano bilateral a los países con los que tiene relación, pero sí seguimos siendo defensores activos de los derechos humanos en los organismos multilaterales y sí estamos siendo firmes cuando se trata de casos concretos y, si se producen violaciones y son llevadas a estos organismos multilaterales, por supuesto que estamos dispuestos a condenaras. En eso mantenemos nuestra línea invariable, nuestra independencia y nuestra trayectoria.
P. ¿Si se produjera una denuncia concreta de violación de derechos humanos en los que estuviera implicada China lo harían igual?
R. Nosotros no nos privamos ni renunciamos a nuestra voz en el panorama internacional
P. Cuando Nicaragua anunció su intención de abrir un canal en cuya construcción iban a participar empresas chinas, ustedes le hicieron saber su preocupación al Gobierno chino ¿Qué les han contestado?
R. Nicaragua tiene derecho a construir un canal, no tenemos una objeción de principio. Nuestra preocupación es que esa obra no vaya a afectar al territorio costarricense, en concreto, al río San Juan. Nosotros tenemos la soberanía de la margen derecha del río de modo que si Nicaragua quisiera abrir un canal por esa vía no podría hacerlo sin autorización de Costa Rica y eso es lo que le hicimos saber a China. El Gobierno chino nos garantizó que no habría participación de empresas de su país en la construcción de un canal en el río y esa es una posición china y nosotros confiamos en que se cumpla. De hecho, poco tiempo después, Nicaragua envió una nota verbal a todos los Estados de Centroamérica anunciando que no iba a construir el canal en el río San Juan.
Tenemos más fe en la palabra china que en la de Nicaragua"
P. ¿Y ustedes se fían?
R. Estamos muy pendientes del asunto pero nosotros tenemos más fe en la palabra china que en la de Nicaragua.
P. Los ecologistas nicaragüenses interpusieron una demanda ante la Corte Centroamericana de Justicia (CCJ) por daños medioambientales en la construcción de la ruta del río San Juan que falló en su contra. Costa Rica no está sujeto a la jurisdicción de la CCJ pero ¿con qué fuerza moral y legal pueden exigir a Nicaragua que cumpla unas resoluciones internacionales si ustedes tampoco acatan los fallos de otro tribunal supranacional?
R. Esa corte es una vergüenza, está totalmente descalificada jurídica, política y moralmente. Costa Rica nunca ha querido someterse a ella hasta que no se modifique el estatuto que la regula que está lleno de errores y excesos y sobre el que nosotros hemos presentado ante el SICA [Sistema de Integración Centroamericana] un proyecto de reforma. Este pronunciamiento de la CCJ, con sede en Managua, a favor de organizaciones pseudoambientalistas es una maniobra política del gobierno sandinista que nosotros criticamos y rechazamos. Los ambientalistas no son tales ambientalistas, esos nunca levantaron la voz cuando Nicaragua invadió un humedal, devastó un bosque primario, construyó un canal artificial o cortó los meandros del río San Juan [En referencia a la ocupación de la isla Portillos]. Se trata de entidades títeres del Gobierno de [Daniel] Ortega, tan títeres que una de ellas la encabeza su principal asesor en materia de Medio Ambiente.
P. Se ha criticado el descuido de la presidenta Chinchilla hacia Centroamérica puesto de manifiesto con su ausencia de las cumbres entre esos países, en especial del SICA ¿No le interesa a Costa Rica esa región?
R. Desde que yo asumí la cancillería le hice notar que Costa Rica era centroamericana y que teníamos que mirar hacia esa región y la presidenta se ha empezado a involucrar y ahora tiene una gran camaradería con todos los presidentes. Con el presidente [de Panamá] [Ricardo] Martinelli se ven a cada rato, cuando hay partido de fútbol viajan, dependiendo quien sea el anfitrión. Se lleva bien con todos salvo con Ortega, porque ése sí es que no va a las cumbres. Él no va a nada.
Este pronunciamiento de la CCJ a favor de organizaciones pseudoambientalistas nicaragüenses es una maniobra política del gobierno sandinista que nosotros rechazamos"
P. Antes de ocupar su cargo al frente de la cancillería usted era embajador de Costa Rica ante la OEA ¿Qué puede hacer la organización para recuperar el interés de sus miembros que parecen más entusiasmados con otros organismos regionales?
R. Ninguno de ellos puede sustituir a la OEA en el plano político porque es la única organización plenamente hemisférica y si alguno de sus miembros tiene problemas con Canadá o EE UU, ése es el único lugar donde pueden enfrentarse y debatir. Desgraciadamente, la OEA ha tenido una debilidad que es su incapacidad de llevar adelante una comunicación eficaz y todo lo bueno que hace se desconoce incluso por los propios estados miembros. Lo único que se conoce es el 10% de su trabajo, que es el político, y lo que transciende es que Venezuela se enojó porque le regañó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Es esa información la que provoca las reacciones a favor o en contra de la OEA.
P. Pero la crisis actual parece ir más allá de un mero problema de comunicación...
R. La actitud actual es la de rechazo como consecuencia de problemas políticos, también hay desinterés y una especie de complot silencioso para estrangularla financieramente y no darle mas recursos. La OEA es la mayor y la mejor agencia de cooperación en América. No hay ninguna ONG que se pueda comparar con la OEA y los donantes la buscan porque tienen confianza en su capacidad gerencial para manejar ese tipo de proyectos. Si la OEA llevara a cabo una mejor tarea de comunicación y le mostrara a sus propios miembros cuál útil y necesaria es, serían conscientes de que lo que reciben de la OEA es mucha veces más de lo que aportan, porque al aporte de los miembros a través de las cuotas se suman las de los donantes.
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