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Un accidente de tren en Buenos Aires causa más de 99 heridos leves

El choque se produjo en la misma línea ferroviaria donde murieron 51 personas en 2012 y tres el pasado junio

Francisco Peregil

Otro accidente de tren en Buenos Aires. La misma línea Sarmiento, la misma estación de Once, en el centro de Buenos Aires, y el mismo andén, número dos. De nuevo un tren que impacta contra el tope de contención del andén. De nuevo, decenas de ambulancias tuvieron que acudir a las instalaciones de la línea de tren Sarmiento, la que usan decenas de miles de obreros cada día para desplazarse hasta la capital. Y, otra vez, un maquinista quedó detenido e incomunicado en un primer momento, a disposición del juez. Afortunadamente, esta vez no murió nadie, tan solo –por decirlo de alguna manera- han resultado heridas unas 99 personas, ninguna de gravedad. El accidente se produjo a las 7:35. Y los motivos por los que el tren no frenó aún se desconocen.

¿Falló el maquinista Julio Benítez, falló el deteriorado sistema ferroviario argentino o fue una combinación de ambos factores? La justicia ni siquiera ha podido responder aún a esa pregunta en el caso del choque que ya se registró en esa línea el pasado junio, cuando murieron tres personas. Y tampoco ha logrado responderla respecto al accidente del 22 de febrero de 2012, cuando fallecieron 51 personas y 700 resultaron heridas. Pero ahora se ha producido un hecho anómalo: el maquinista robó parte de las pruebas. Tomó el disco duro de la cámara que graba todo lo que ocurre en la cabina y se lo guardó en la mochila. Allí lo descubrió la policía, según confirmó en una conferencia de prensa el ministro del Interior, Florencio Randazzo.

El ministro del Interior aseguró que no hubo ningún registro de fallo técnico. El maquinista en ningún momento comunicó fallos a la torre de control, frenó en todas las estaciones previas sin ningún problema, pero entró en la estación de Once a una velocidad mayor de la permitida, según Randazzo.

La tragedia del 22 de febrero de 2012 marcó un punto de inflexión en la popularidad del Gobierno de Cristina Fernández

A diferencia de lo que ocurrió en el choque del año pasado, esta vez se produjo el pequeño milagro de que cedió el “paravalanchas” de la estación ante el impulso del tren, con lo cual la máquina se alzó por encima del andén y así se evitó que los vagones quedasen aplastados unos contra otros. Pero el siniestro pudo haber sido mucho mayor, ya que el tren continuó su camino por el vestíbulo de la estación y sólo se detuvo a tres metros de los molinetes que regulan el acceso de los pasajeros.

El maquinista había quedado atrapado en su cabina con heridas leves y tuvo que ser rescatado por los bomberos. Minutos después, los viajeros se agolpaban ante su cabina, ya vacía, coreando “asesino, asesino”, como pudo verse en varios vídeos grabados por teléfonos móviles.

El accidente sobreviene cuando faltan solo ocho días para que se celebren las elecciones legislativas del 27 de octubre. En ellas, el Gobierno luchará por preservar en el Congreso una mayoría exigua que al menos le permita seguir manteniendo el control sobre el Senado y la Cámara de Diputados. Cristina Fernández se encuentra en la residencia presidencial de Olivos en un estado de “estricto reposo” recomendado por los médicos que la drenaron un hematoma en el cráneo el pasado martes 8 de octubre. El ministro aseguró que, a causa de esa prescripción médica, decidió no informar a la presidenta.

La tragedia del 22 de febrero de 2012 marcó un punto de inflexión en la popularidad del Gobierno de Fernández. La presidenta tardó más de cinco días en comparecer en público. Y a lo largo de todo un año, según los familiares de las víctimas, el Gobierno silenció la tragedia. Al cumplirse el primer aniversario, Cristina Fernández mencionó en un discurso a las víctimas de Once. Pero a los familiares les pareció que eso era demasiado poco y llegaba demasiado tarde.

En el comunicado que difundieron a los medios, los familiares declararon: “La tragedia de Once fue la consecuencia de la voluntad de enriquecerse sin importar las consecuencias. Actuaron con desprecio por la vida, creyéndose impunes. Hoy luchamos para que esa impunidad se termine. La corrupción no sólo se llevó la plata del pueblo, esta vez se llevó muchas vidas. La cara visible de la corrupción es la muerte y su cómplice es el silencio. Para ser más claros, los empresarios y funcionarios corruptos mataron a nuestros seres queridos”.

Cuatro meses después de ese comunicado, el pasado 13 de junio, de nuevo se registró otro accidente en la línea Sarmiento. En aquella ocasión un tren embistió por detrás contra otro que se encontraba detenido entre las localidades bonaerenses de Morón y Castelar. Murieron tres personas y 315 resultaron heridos. El maquinista, Daniel López, se encuentra en libertad pero incriminado en un juicio por el supuesto delito de estrago culposo.

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Sobre la firma

Francisco Peregil
Redactor de la sección Internacional. Comenzó en El País en 1989 y ha desempeñado coberturas en países como Venezuela, Haití, Libia, Irak y Afganistán. Ha sido corresponsal en Buenos Aires para Sudamérica y corresponsal para el Magreb. Es autor de las novelas 'Era tan bella', –mención especial del jurado del Premio Nadal en 2000– y 'Manuela'.

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