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Maduro hace una apasionada defensa del acuerdo con China

El presidente de Venezuela afirma que el pacto con el gigante asiático es preferible a pedir dinero al Fondo Monetario Internacional

Maduro, este miércoles en Venezuela en una fábrica de una firma china.
Maduro, este miércoles en Venezuela en una fábrica de una firma china.EFE

El presidente Nicolás Maduro regresó a Caracas la madrugada de este miércoles procedente de China dispuesto a derrotar la generalizada matriz de opinión impulsada por la prensa más influyente del país y por los economistas críticos con su política económica.

Mucho se ha escrito y dicho desde que a mediados de la semana pasada se anunciara el viaje del gobernante al gigante asiático, un estrecho aliado de la Venezuela bolivariana. Todos los comentarios apuntan en la misma dirección: El Gobierno compromete la vida de las siguientes generaciones vendiendo barriles de petróleo a futuro a cambio de dinero fresco para inyectar a la alicaída economía local. El jefe del Estado respondió a esos cuestionamientos argumentando que había firmado acuerdos beneficiosos para el país y en condiciones mucho más ventajosas que los compromisos adquiridos por la República con el Fondo Monetario Internacional (FMI) antes de la llegada del chavismo al poder.

Maduro recordó que el FMI presta dinero a los Estados que se comprometen a recortar el gasto público. “La verdad”, agregó en una intervención televisada a todo el país, “es que esa plata que se le pedía al FMI no llegaba al país, sino que se quedaba en las cuentas de quienes negociaban esos préstamos”. Dijo que con China era diferente porque el dinero concedido –unos 50.000 millones de dólares de los cuales Venezuela “ha cancelado el 70%”– podía verse en la infraestructura del país o en proyectos puntuales. “Buscamos dinero para proyectos, no para endeudarnos”, agregó. De hecho, el presidente habló desde la fábrica de automóviles chinos Chery en el céntrico estado de Aragua.

Dicho esto Maduro entró en otras consideraciones ya adelantadas en la tarde de este miércoles por su vicepresidente Jorge Arreaza. El Gobierno ha decidido flexibilizar los requisitos para importar productos o insumos de la cesta básica y redoblar los turnos de trabajo en los puertos, de modo que pueda enfrentar lo que han dado en llamar la “guerra económica” de la burguesía local. Con esto se pretende garantizar el abastecimiento para fin de año, cuando el consumo aumenta por las festividades de fin de año.

Maduro hizo también dos comentarios referidos a su seguridad personal. El primero de ellos fue la respuesta a su ausencia de la Asamblea General de la ONU que se celebra en Nueva York. Sin dar muchos detalles Maduro habló de “dos provocaciones” en su contra. “La mafia de Otto Reich y Roger Noriega tenía planeada una provocación loca, terrible”, aseguró, y agregó que el gobierno de Estados Unidos estaba informado de ese supuesto plan.

El otro comentario respondió al motivo por el cual decidió viajar en un avión de Cubana de Aviación a Pekín en vez de utilizar el avión presidencial. Relató el Presidente que tras cinco meses de reparaciones mayores en Francia la aeronave tenía un desperfecto grave en una de las alas. El gobernante esperará el resultado más preciso de la evaluación para demandar a Airbus, el fabricante del avión.

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