Bo Xilai admite parte de culpa en las acusaciones de malversación
El exsecretario del PCCh sabía que dinero para un edificio gubernamental se lo quedó su mujer
Tras dos días de desafíos y rechazo de las acusaciones, Bo Xilai ha admitido parte de los cargos presentados contra él por la fiscalía. El exsecretario del Partido Comunista Chino (PCCh) en la municipalidad de Chongqing y exmiembro del Politburó, que está siendo juzgado por aceptación de sobornos, corrupción y abuso de poder en un tribunal de Jinan (capital de la provincia nororiental de Shandong), ha reconocido tener alguna responsabilidad sobre la malversación de cinco millones de yuanes (610.000 euros) de fondos públicos, que acabaron en la cuenta bancaria de su esposa, Gu Kailai.
El juicio de mayor trascendencia política que vive China ha cumplido este sábado su tercer día, en el que el tribunal ha leído una declaración facilitada por Bo el pasado 2 de abril en la cual admite que tenía conocimiento del dinero que fue desviado del proyecto de un edificio gubernamental en Dalian, donde Bo fue alcalde en la década de 1990, aunque dice que no tuvo intención de quedarse con él. Entre 2001 y 2004, fue gobernador de Liaoning. El avance del proceso está siendo difundido a través de la cuenta en Weibo (servicio de mensajes cortos similar a Twitter) del tribunal, aunque no se sabe hasta qué punto esta información es completa.
Bo, de 64 años, afirma que Wang Zhenggang, exdirector de la oficina de planificación urbana y rural de Dalian, le sugirió en 2002 que el dinero fuera utilizado por su esposa Gu y el hijo de ambos, Bo Guagua, que estaba estudiando en el extranjero, informa Reuters. El expolítico dice que rechazó la propuesta, pero que aceptó cuando Wang le sugirió que si él estaba ocupado podía hablar del tema con Gu. Bo Xilai reconoce que después de esto le faltó "precaución", "dejó el asunto correr" y "no investigó". "Este dinero ya había ido a la cuenta de mi esposa, lo que condujo al uso privado de dinero público", añade. "Estoy dispuesto a (…) aceptar mi responsabilidad legal por esto. Estoy profundamente avergonzado y arrepentido por este incidente".
Bo Xilai fue expulsado de su cargo en Chongqing en marzo del año pasado, coincidiendo con la acusación a su esposa de que había asesinado a un hombre de negocios británico amigo de la familia, Neil Heywood, por disputas económicas. Fue sometido a investigación por corrupción y sospechas de que intentó ocultar el crimen de su mujer. En agosto pasado, Gu fue condenada a muerte, con dos años de suspensión de sentencia, lo que en la práctica supone cadena perpetua.
"Estoy profundamente avergonzado y arrepentido por este incidente"
Durante la vista, Bo ha rechazado la declaración escrita realizada por Gu en la que dice que el dinero malversado era necesario para financiar los estudios de Guagua en Reino Unido, y ha repetido que quizás su esposa intentó negociar una sentencia más suave. Bo ha sugerido que Gu estaba enfadada entonces porque él había tenido una aventura extramatrimonial.
En los dos primeros días del juicio, Bo rechazó con energía que recibiera 21,8 millones de yuanes (2,67 millones de euros) en sobornos. Dice que confesó contra su voluntad durante los interrogatorios llevados a cabo por la comisión de disciplina del partido.
Bo también se enfrenta a un cargo de abuso de poder, en conexión con la investigación sobre la muerte de Heywood. Wang Lijun, jefe de policía y mano derecha de Bo en Chongqing, ha testificado hoy contra él en la sala. En febrero del año pasado, Wang se refugió en el consulado de Estados Unidos en Chengdu (capital de la provincia de Sichuan) porque temía ser asesinado por orden de Bo después de haberle dicho que tenía pruebas de que su mujer estaba implicada en la muerte de Heywood. Bo entró en ira y golpeó a Wang cuando el policía le comunicó sus sospechas. Luego, le destituyó. Wang ha asegurado que cree que lo hizo para encubrir el crimen de su mujer. El exdirigente chino ha reconocido que cometió errores en la gestión de la huida de Wang al consulado, de la cual dice que se sintió avergonzado, pero ha negado que intentara proteger de forma ilegal a Gu de la acusación de asesinato. El expolicía fue condenado a 15 años de cárcel en septiembre pasado por ocultar inicialmente la muerte del británico, abuso de poder, aceptar sobornos y otros cargos.
El viernes, Bo afirmó que su esposa es una "enferma mental", después de que Gu declarara en su contra por medio de un vídeo previamente grabado en el que dijo que Bo estaba al corriente de los sobornos recibidos.
Muchos analistas asumen que el resultado del proceso ha sido previamente decidido por la cúpula del partido y que el veredicto será de culpabilidad. La prensa extranjera no ha sido admitida en el tribunal.
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