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Cinco muertos en un supuesto atentado en Paraguay

El Gobierno de Cartes adjudica el ataque a una guerrilla, pero hay dudas sobre los autores

Alejandro Rebossio

Dos días después de que el nuevo presidente de Paraguay, el empresario de derecha Horacio Cartes, asumiera el poder, cinco guardias privados de una estancia del departamento (provincia) de San Pedro (centro del país) fueron asesinados. La Policía y el Gobierno de Cartes adjudicaron el atentado al Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), una pequeña guerrilla que actúa desde 2007 y que ha sido acusada por las fuerzas de seguridad por 31 muertes, la última de ellas, en mayo pasado, la del ganadero Luis Lindstron. Sin embargo, organizaciones de defensa de los derechos humanos han puesto en duda que los arrestados en el caso Lindstron sean miembros del EPP sino solo campesinos que por vías pacíficas se oponían a la deforestación y la concentración de la propiedad de la tierra en un país donde el 2% de la población posee el 85% de un territorio que es más extenso que el de Alemania.

El ataque de este sábado ocurrió en una finca de un ganadero brasileño en Tacuatí (200 kilómetros al norte de Asunción) y fue perpetrado por tres hombres armados y vestidos con uniformes de camuflaje, según la Policía. El Gobierno del anterior presidente paraguayo, el del liberal Federico Franco, había advertido el pasado día 8 que el EPP supuestamente planeaba atentar contra Cartes, del conservador Partido Colorado, cuando el jueves asumiera el poder. Pero el presunto atentado no se dirigió contra el presidente ni contra ningún hacendado sino contra cinco custodios, de los cuales uno era policía. La reacción del nuevo Gobierno de Cartes no se hizo esperar. “Las Fuerzas Armadas están siempre listas”, advirtió el ministro de Defensa, Bernardino Soto, sobre una presunta militarización de la lucha contra el EPP.

Por el anterior atentado atribuido por las fuerzas de seguridad al EPP, el asesinato del ganadero Lindstron también en Tacuatí, dos campesinos fueron detenidos. Ambos están en huelga de hambre y fueron visitados por organizaciones de derechos humanos, como el Servicio Paz y Justicia (SERPAJ), para recoger su testimonio. “Nuestra detención es una burla a la familia de este señor Lindstron”, dijo uno de los presos, Ireneo Vallejos, según el SERPAJ, que en el nivel latinoamericano preside el Nobel de la Paz argentino Adolfo Pérez Esquivel. Vallejos reconoció su lucha contra la deforestación que grandes terratenientes ponen en práctica para plantar allí soja transgénica, recordó que Lindstron era uno de ellos, pero aclaró que “él nunca habló ni dio a entender nada acerca de la lucha armada, a la que no considera una vía”, según el SERPAJ. Esta organización también recogió el testimonio de una vecina de Tacuatí, Irma Espinoza, que denunció que la Policía allanó su hogar y que un comisario le dijo que, como su esposo se oponía a las plantaciones de soja y las fumigaciones que sobre ellas se practican, eso lo convertía en sospechoso de integrar el EPP. Aquel jefe policial escribió frente a Espinoza un papel que decía “¡Viva el EPP!” y después le dijo que allí estaba una de las pruebas de su vinculación con la guerrilla, según ella atestiguó ante el SERPAJ.

El Partido Colorado había gobernado Paraguay durante seis décadas, incluida la dictadura militar de Alfredo Stroessner (1954-1989), hasta que en 2008 el exobispo socialista Fernando Lugo llegó al poder aliado con los liberales. Pero en 2012 liberales y colorados se pusieron de acuerdo para destituir en menos de 24 horas a Lugo por presunto incumplimiento de los deberes de funcionario después de un enfrentamiento en el que murieron 11 campesinos y seis policías en tierras de un terrateniente colorado, en lo que dio en llamarse la masacre de Curuguaty. Mercosur y la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) suspendieron a Paraguay de ambos bloques por violación de la cláusula democrática, pero el castigo fue levantado el jueves con el comienzo del Gobierno de Cartes, que logró el regreso del Partido Colorado al poder después de vencer en las elecciones presidenciales de abril pasado con el 46% de los votos. El Frente Guasú, del ahora senador Lugo, quedó en esos comicios detrás de colorados y liberales y advirtió el pasado miércoles que "el Gobierno de Cartes favorecerá los intereses de los terratenientes, sojeros y ganaderos, especuladores y multimillonarios contrabandistas". Precisamente, el pasado martes, un dirigente campesino, Lorenzo Areco, fue asesinado en el departamento de Concepción (norte de Paraguay). Unos 131 pequeños agricultores han sido muertos en este país desde el regreso de la democracia, en 1989.

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