El feminicidio se ceba en Panamá
El fuerte aumento de la violencia de género dispara la presión social para que sea delito en el Código Penal
Cerca de la medianoche del 20 de enero de 2010, una mujer y su esposo, ebrio, se retiraron de un baile en Veraguas, en el occidente de Panamá, rumbo a su casa. Poco antes de entrar a la vivienda, el hombre estalló en celos y asesinó de siete puñaladas a la mujer frente a los cuatro hijos de la pareja, que cayeron desmayados en la escena del crimen.
Al anochecer del 7 de diciembre de 2010, una mujer huyó de unos hombres que la perseguían en un automóvil en la provincia de Panamá, pero fue alcanzada por los individuos, que la introdujeron en su casa y la mataron de 11 balazos. Al atardecer del 30 de marzo de 2011, una mujer regresó a su casa en la provincia de Coclé y fue recibida por su esposo con una incesante golpiza que le provocó la muerte. La noche del 20 de junio de 2013, un taxista asesinó de cinco puñaladas a su esposa cerca de la capital panameña.
Los ejemplos abundan y engrosan la lista de feminicidios en Panamá, que durante los últimos años ha seguido creciendo hasta triplicarse. Por esta razón la Defensoría del Pueblo de Panamá ha urgido a la Asamblea Nacional a acelerar la reforma del Código Penal para tipificar el delito de feminicidio. El proyecto de reforma legal está pendiente desde 2011. De acuerdo con cifras oficiales, los asesinatos de mujeres han registrado un aumento del 65% en 2013. Desde 2009 hasta el primer semestre de 2013 murieron de manera violenta en Panamá 290 mujeres; 187 de esas muertes fueron consideradas como feminicidios. Los datos indican que el 68% de las víctimas eran menores de 41 años; 82,1% eran de nacionalidad panameña, y el 46,4% tenían hijos. De esta última cifra, se calcula que en la mitad de los casos los descendientes presenciaron los hechos violentos que causaron la muerte de la madre.
“A las víctimas nunca se les ayudó a romper el círculo de la violencia”, advirtió Jennifer Delgado, directora de Protección de los Derechos de las Mujeres en la Defensoría del Pueblo de Panamá. Delgado explicó a este periódico que “muchas de las víctimas de feminicidio íntimo acudieron muchas veces a las autoridades a denunciar [la agresión], pero son revictimizadas y no se les brinda el servicio de atención que las hubiera ayudado a romper con ese círculo de la violencia”.
“Sin representación legal en muchos casos, dejamos a las víctimas totalmente desprotegidas frente al gran engranaje judicial y estatal. Se requiere que el Estado brinde políticas más integrales, desde prevención y educación hasta atención y protección de las víctimas. Una de las causas principales de la violencia doméstica, en la que el 95% de las víctimas son mujeres, es un machismo muy arraigado en nuestra cultura”, aseguró.
Por su parte, y de manera reiterada, la representación del Fondo de Población de Naciones Unidas en Panamá (Unfpa) ha advertido de que la situación “es preocupante”, ya que el feminicidio sigue sin ser tipificado como delito pese a “los pregonados avances en igualdad de género”.
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