Obama a Bush padre: “Somos un país más amable gracias a usted”
El presidente alaba la promoción del voluntariado de George H. W. Bush durante una entrega conjunta de un premio en la Casa Blanca
El expresidente de EE UU, George H. W. Bush, ha regresado este lunes a la Casa Blanca para entregar junto a su actual inquilino, Barack Obama, el premio a la labor solidaria de la fundación Points of Lights [Puntos de Luz], que él mismo creó durante su único mandato. El acto ha evidenciado que, si bien ambos líderes pueden divergir ideológicamente, comparten el mismo compromiso por la defensa y la expansión del voluntariado, una dedicación que Obama ha alabado de manera muy afectiva en su discurso.
“Yo soy uno de los millones de estadounidenses cuya humanidad y compromiso ha servido de ejemplo", ha señalado refiriéndose a Bush. "Su visión ha iluminado el camino a muchos y, francamente, el hecho de que usted sea un caballero y un ser humano tan benévolo ayuda a reforzar ese espíritu de servicio. No hay duda de que somos un país más amable y gentil gracias a usted y nunca se lo podremos agradecer lo suficiente”, ha insistido.
El presidente ha hecho hincapié en la importante labor de impulso de voluntariado que realizó al patriarca de los Bush durante su presidencia. “Entonces, firmó una ley con muy poca fanfarria y muy poco ambiciosa, por su dotación económica, para los estándares de Washington. Pero gracias a esa norma y a la pasión de líderes como usted, el voluntariado ha pasado de ser algo que hacían algunas personas de vez en cuando a una tarea a la que se dedican millones y, a veces, a tiempo completo”, ha señalado Obama. En la actualidad, en EE UU hay 26 millones de ciudadanos comprometidos con alguna organización solidaria, según Points of Light.
Gracias a la pasión de líderes como usted, el voluntariado ha pasado de ser algo que hacían algunas personas de vez en cuando a una tarea a la que se dedican millones " Barack Obama
Bush recibió los elogios sentado en una silla de ruedas en una sala repleta de amigos, antiguos ayudantes de su etapa en la Casa Blanca y de otros galardonados con el premio Puntos de Luz, que aplaudieron con entusiasmo a cada referencia al mandatario. El expresidente, que acudió a la que fuera su antigua residencia acompañado de su mujer, Barbara, y de su hijo Neil, el consejero delegado de la fundación, agradeció brevemente las palabras y la hospitalidad de Obama. “Venir aquí es como estar en casa”, señaló.
No es habitual que los expresidentes regresen a la Casa Blanca después de retomar su vida civil, pero esta premisa no puede aplicarse a Bush padre, al menos desde que Obama ocupa el Despacho Oval. Esta es la cuarta ocasión que el exmandatario acude a la residencia del Jefe de Estado. El año pasado estuvo en dos ocasiones, en enero, aprovechando un viaje a Washington junto con su hijo Jeb para la cena del Club Alfalfa, y en mayo, para el descubrimiento del retrato oficial de George W. Bush. En 2011, Obama reconoció su dedicación al servicio público en la ceremonia de entrega de la Medalla a la Libertad, el galardón de mayor prestigio de EE UU. La última vez que ambos mandatarios de encontraron fue el pasado mes de abril con ocasión de la inauguración de la Biblioteca del antecesor de Obama en la presidencia.
Además de agradecer la labor a favor del voluntariado de Bush, Obama aprovechó el evento para anunciar la creación de un grupo de trabajo especial formado por miembros de su Gabinete para identificar acciones en las que la Administración y el sector privado puedan colaborar para mejorar la prestación de servicios sociales.
La salud de Bush padre, de 89 años, mantuvo en vilo al país el pasado año cuando permaneció hospitalizado durante dos meses -parte del tiempo en la unidad de cuidados intensivos- en Houston por problemas pulmonares. Aunque su estado es delicado, el expresidente demostró durante el acto un excelente sentido del humor. “Yo sólo quería decir algo bonito sobre Neil [su hijo]”, ha bromeado cuando Obama le ha cedido la palabra. Fiel a un estilo que está creando tendencia, Bush no ha olvidado el toque de color de sus calcetines. Si a la inauguración de la Biblioteca de su hijo se puso unos de un rosa chillón y a su 89 cumpleaños acudió con otros de Súperman, este lunes se ha calzado unos llamativos a rayas rojas y blancas. “Lo llamamos el hombre GQ”, ha señalado su hijo.
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