Michelle Obama no permite que la interrumpan en medio de un discurso
A diferencia de su marido, que suele dejar a los espontáneos que hablen, la primera dama amenazó con abandonar el estrado si le impedían terminar de hablar
Cuando Michelle Obama se encontraba en mitad de un discurso en un acto de recaudación de fondos este martes, una activista de los derechos homosexuales interrumpió su alocución exigiendo que el presidente firmara una orden para acabar con la discriminación por parte de los contratistas federales. En circunstancias similares, su marido, Barack Obama, suele permitir a los espontáneos que concluyan sus quejas. Ella, no.
La primera dama se bajó del atril y se dirigió hasta la mujer que la había interrumpido, que la organización a la que pertenece, GetEqual, ha identificado como Ellen Schultz. “Una de las cosas que no se me dan bien es esta”, dijo Michelle Obama entre los aplausos de la audiencia. “Escúcheme o tome el micrófono, pero entonces yo me voy. Ustedes deciden. Sólo tienen una opción”, advirtió. Los 200 asistentes, que habían desembolsado entre 500 y 10.000 dólares para asistir al acto, de acuerdo con el Partido Demócrata, tuvieron claro a quien escuchar y pidieron a la mujer del presidente que continuara hablando. Schultz fue escoltada hasta la salida mientras gritaba que era “una lesbiana que perseguía la igualdad federal antes de morir”.
Tras el incidente, Michelle Obama prosiguió con su discurso centrado en la educación y el futuro de los niños estadounidenses, pero en el que también citó la política de la Administración de su marido en materia de cambio climático, préstamos universitarios, control de armas, inmigración y derechos de los homosexuales.
La interrupción de la primera dama es similar a la que hace unas semanas sufrió el presidente en la Universidad de Defensa Nacional durante uno de los discursos más importantes de su segundo mandato, en el que Obama definió el futuro de su política antiterrorista. Entonces, el mandatario fue interrumpido por Medea Benjamin, cofundadora de la organización pacifista Code Pink, quien lanzó al presidente varias preguntas directas relacionadas sobre el uso de drones y las víctimas inocentes provocadas por los ataques aéreos ordenados por EE UU.
“La voz de esa mujer merece ser escuchada”, subrayó el presidente una vez que los responsables de seguridad se llevaron a Benjamin. “Obviamente yo no comparto mucho de lo que ha dicho y, obviamente, ella tampoco estaba atenta a lo que yo estaba diciendo”, señaló Obama.
Pese a todo, las diferencias entre esta interrupción y la de la primera dama son evidentes y conviene tenerlas en cuenta. Obama hablaba en un acto abierto al público y lo que Benjamin le demandaba guardaba relación con el tema de su discurso. El evento en el que intervenía su mujer se desarrollaba en una residencia privada de Washington y la reclamación no tenía nada que ver con el contenido de las declaraciones de Michelle Obama, que, además, no es la responsable de tomar decisiones políticas, aunque defienda las que adopta su marido.
En un comunicado, Schultz ha reconocido que “cuando escuchó a la primera dama hablar del futuro de nuestros hijos y de la necesidad de asegurarnos de que tenían todo lo que necesitaban para tener una vida feliz y productiva” no pudo contenerse. “No pude mantenerme callada por más tiempo”. Muchos analistas, este miércoles, coinciden en que hubieran preferido que hubiera apelado a su derecho a la libertad de expresión, como hizo el propio Obama tras la interrupción de Benjamin. "Parte de ese derecho es hablar, pero también escuchar lo que otro tiene que decir".
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