La renuncia del candidato abre la incertidumbre en la derecha chilena

Laurence Golborne, el exministro que forjó su popularidad al liderar el rescate de los 33 mineros de Atacama, se ha retirado de la carrera a la Presidencia de Chile, acorralado por dos polémicas que se remontan a su pasado como empresario. "En este momento bajo mi candidatura a cualquier forma de postulación. No quiero ser un obstáculo. Decidan de forma libre lo mejor para el país", ha dicho Golborne a los dirigentes de la Unión Demócrata Independiente (UDI), el partido derechista por el cual se postulaba.

La renuncia de Golborne como candidato presidencial de la UDI, el principal partido de Chile, ha abierto el camino a la candidatura del actual ministro de Economía, Pablo Longueira, y ha puesto la cuota de incertidumbre de que la derecha acuda a la elección de noviembre con un solo aspirante.

El ministro Longueira, investido de inmediato como el nuevo candidato presidencial de la UDI, no dejó en claro si acudirá a las elecciones primarias del próximo 30 de junio para designar al candidato presidencial de la derecha, puesto al que también aspira el ex ministro y militante de Renovación Nacional, Andrés Allamand. De hecho, la plana de diputados de ese partido, que se reunió antes de los trascendentales anuncios, pidió a la presidencia de ese partido que no se realicen primarias en el oficialismo.

Aunque fueron colegas de gabinete, las críticas y reproches mutuos entre los dos precandidatos han sido frecuentes durante los últimos meses. La tensión alcanzó su máxima intensidad cuando Allamand emplazó a Golborne a dar explicaciones por una condena de la Corte Suprema que lo culpaba de aumentar unilateralmente las comisiones de tarjetas de crédito de unos grandes almacenes. Este tema, sumado a la irrupción de la polémica por la sociedad que posee en las Islas Vírgenes, hizo insostenible la candidatura de Golborne.

En un improvisado discurso, Longueira lanzó duros ataques contra la Concertación, la coalición opositora, y contra la expresidenta Michelle Bachelet, su principal baza electoral, aunque en ningún momento la mencionó explícitamente. Acusó a la oposición de "presentar propuestas de miseria, demagogia y populismo" y enfatizó que depende de la derecha que Chile no desaproveche la oportunidad de convertirse en el primer país desarrollado de Latinoamérica.

Considerado uno de los dirigentes históricos de la UDI, creado al final del régimen militar con figuras próximas al pinochetismo y a la elite empresarial, Longueira dijo que asumía esta candidatura "porque amo a Chile". En alusión al frente político amplio que pretende construir la Concertación para los comicios presidenciales, Longueira fue categórico al indicar que no puede ser una coalición en la que está el Partido Comunista la que le diga a los chilenos lo que tienen que hacer.

En tanto, el otro candidato de la alianza derechista, Andrés Allamand, entregó un gesto de unidad esta noche, al señalar en una rueda de prensa, tras la proclamación de Longueira, que "juntos vamos a ganar La Moneda".

"Hoy nuestros aliados de la UDI han nombrado un nuevo candidato presidencial, y frente al país digo que tengo el mayor respeto por él. Hemos trabajado por una transición exitosa a la democracia, juntos fuimos la mejor oposición que Chile haya tenido, juntos trabajamos en el gobierno y juntos vamos a ganar de nuevo La Moneda", afirmó el aspirante presidencial.

El Ejecutivo ha informado que en la mañana de este martes será nombrado el nuevo ministro de Economía en reemplazo de Longueira.