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Muchos grupos terroristas utilizan ollas exprés para hacer bombas

Una publicación de Al Qaeda animaba en 2010 a futuros yihadistas solitarios en Estados Unidos a usar ollas a presión en su Guerra Santa

Yolanda Monge
El Departamento de Seguridad Interior informaba en 2010 sobre el uso de ollas exprés en ataques terroristas.
El Departamento de Seguridad Interior informaba en 2010 sobre el uso de ollas exprés en ataques terroristas.

Una publicación de Al Qaeda en el año 2010 animaba a futuros yihadistas solitarios en Estados Unidos a usar ollas a presión en su Guerra Santa. La idea era sencilla y requería de algo que, prácticamente, existe en cualquier hogar: una olla a presión. Tan de andar por casa era la recomendación para sembrar el terror por muy módico precio y cero infraestructura que el titular que lucía el panfleto decía así: “Haga una bomba en la cocina de su madre”.

Lo que para los expertos era un signo de debilidad, de estar tocada por el incremento de la seguridad –la metodología es de lo más pueril, nada comparado con la estrategia desarrollada en el 11-S-, la sucursal de Al Qaeda en Yemen explicaba con todo lujo de detalle en la revista online Inspire del grupo terrorista cómo fabricar una bomba de una vulgar olla a presión. “La olla exprés es el método más efectivo para hacer un sencilla bomba”, se leía en el artículo, para pasar a continuación a describir cómo se debía de rellenar el recipiente con metralla y pólvora y crear un detonador usando el filamento de una bombilla corriente y un reloj despertador como detonador.

El reportaje resaltaba la importancia de que nadie sospecharía nunca de alguien que compra una olla exprés o algunos de los otros ingredientes necesarios para el artefacto, como azúcar en grano, cerillas, clavos o perdigones -una bombilla rota,  por ejemplo, de “un árbol de navidad”, es perfecta y hay en muchas casas-, recomendaba la lectura-. “La bomba se hace en un par de días”, aseguraban las instrucciones. “Puede matar hasta 10 personas”. Y el coste no alcanza los 100 dólares, señalan los expertos.

SITE, un grupo independiente estadounidense que sigue de cerca lo que grupos extremistas dicen en la web, resalta que no solo los radicales islamistas prestan atención a la revista de Al Qaeda sino que también los supremacistas blancos han hecho circular ejemplares en sus foros online

Las bombas en ollas exprés son comunes en Afganistán, Pakistán, India y Nepal. En 2006, más de 130 personas morían en Bombay cuando varias ollas a presión repletas de explosivos estallaban en diferentes trenes de la red ferroviaria de la ciudad. También en el atentado frustrado de Times Square de Nueva York en 2010, la policía se incautó de una olla a presión, entre otros materiales. Ese mismo año, terroristas usaban una olla de esas características en un ataque en Pakistán

SITE, un grupo independiente estadounidense que sigue de cerca lo que grupos extremistas dicen en la web, resalta que no solo los radicales islamistas prestan atención a la revista de Al Qaeda –que luego publicó varios capítulos en un libro llamado “Manual de bolsillo del yihadista solitario”- sino que también los supremacistas blancos han hecho circular ejemplares en sus foros online.

Desde los ataques terroristas del 11-S y el incremento de la seguridad y la caída de los más prominentes líderes de Al Qaeda, Inspire ha ido dando pistas de cómo usar un arma automática o prender fuego a un edificio repleto de gente. En su último número –el de marzo- describe cómo incendiar un coche aparcado y cómo causar accidentes de tráfico esparciendo aceite por la carretera o clavos que revienten las ruedas.

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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