Maduro y Capriles se disputan la bandera de la seguridad en Venezuela
En lo que va de año se han registrado más de 3.000 asesinatos en el país
Los dos principales candidatos en las elecciones presidenciales venezolanas del próximo 14 de abril dieron pistas este lunes, vísperas del inicio oficial de la campaña, del cuál será el tema dominante en la contienda: el combate a la inseguridad, el principal problema que aqueja a los venezolanos, según la mayoría de las encuestas.
El presidente encargado, Nicolás Maduro, candidato por el oficialismo para suceder como primer mandatario al fallecido Hugo Chávez, recorrió las nuevas instalaciones de la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES), un centro de estudios para la formación de funcionarios policiales, cuya sede, en lo que fuera el tenebroso Retén de Catia -uno de los más letales planteles penales del país, al oeste de Caracas-, tiene una fuerte carga de simbolismo. Acompañado por miembros del Gobierno y representantes de movimientos sociales, Maduro reiteró que la suya será la presidencia “de la paz”.
En un debate inmediatamente posterior al recorrido, transmitido también por cadena nacional de radio y televisión, Maduro volvió a denunciar el “festín de la muerte” que los medios de comunicación difunden, como una de las causas directas de la violencia en el país. Durante la intervención, en la que usó su ya característico iPad como atril –Maduro se ha revelado como un verdadero fanático del aparato-, el delfín de Chávez anunció la creación de un Comando Central de la Seguridad, y exhortó a desarrollar proyectos pilotos de pacificación en los 79 municipios que, según estadísticas oficiales, concentran 86% de los delitos.
Apenas minutos después, el candidato opositor y Gobernador del Estado Miranda, Henrique Capriles, anunció en conferencia de prensa su agenda para la primera semana de campaña. Y convocó el primer acto para esa misma noche, una "caminata para la paz" en 19 Estados del país con la que, dijo, buscaba hacer posible un sueño que la delincuencia impide: “Que los venezolanos podamos caminar por la calle de noche, que los espacios públicos sean de los ciudadanos”. El propio Capriles participó en la marcha que partió del este de la Gran Caracas, según informa en su página web El Universal. "Este es el país que queremos construir, donde todos caminamos sin miedo", dijo el candidato opositor.
La inseguridad es un flagelo que impacta con fuerza la vida cotidiana de los venezolanos. De acuerdo con el Informe de Gestión del Ministerio del Interior, en 2012 se cometieron más de 16.000 homicidios en todo el país. Caracas, la capital, es la tercera ciudad más violenta del mundo, apenas precedida por San Pedro Sula (Honduras) y Acapulco (México), según un estudio dado a conocer en febrero por una organización no gubernamental.
El ministro del Interior, general Néstor Reverol, reveló el lunes que en lo que va de este año ya se acumulan 3.400 asesinatos. La difusión de esta cifra podría parecer casi involuntaria, pues desde 2004 el Gobierno de Chávez –empeñado en la idea de que la inseguridad es una “sensación” que los medios estimulan- prohibió a los cuerpos policiales la publicación de datos sobre la criminalidad. Sin embargo, el ministro usó el número como contexto para el mensaje que en verdad quería recalcar: que 545 de esos homicidios –casi uno de cada seis- tuvieron lugar en Miranda, la provincia que Capriles gobierna.
El líder opositor ignoró esa crítica y denunció de nuevo el desequilibrio del principal canal estatal de televisión que, según sus datos, desde la inscripción de ambas candidaturas, ha dedicado 46 horas de transmisión a la fórmula electoral del chavismo y apenas un minuto al propio Capriles. El lunes, no obstante, en un gesto inusual, ese canal, Venezolana de Televisión, retransmitió unos minutos de la rueda de prensa del candidato opositor. Sin embargo, aseguró que no se había permitido el paso de sus reporteros a la rueda de prensa.
Capriles, en tono decidido, admitió que durante su anterior campaña para las elecciones del 7 de octubre de 2012, había tolerado “muchos abusos y atropellos”. Dijo aceptar la responsabilidad por ese error, y como para dejar claro que no volverá a incurrir en él, abundó en acusaciones. Recordó que pronto se presentará ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) la denuncia que el domingo hizo el diputado opositor Alfonso Marquina, por la cual, según un documento supuestamente filtrado desde las fuerzas armadas, para el 14 de abril se están asignando responsabilidades a oficiales militares para transportar electores a favor del oficialismo. Capriles agradeció a los militares que le habrían hecho llegar el documento y quiso ventilar en público sus contactos con la oficialidad activa al anunciar que ya decidió quién será su ministro de Defensa en un eventual gabinete suyo: “Es un general activo, muy respetado en las Fuerzas Armadas, no es de esos que andan hablando”.
Así mismo, dijo tener informaciones sobre un pretendido Plan Stalin del Gobierno para desconocer los resultados de las elecciones del 14 de abril, ante el que prometió salir al paso. Criticó a los medios de comunicación del Estado, que han dejado de identificar a Maduro como “presidente encargado” y ya lo mencionan en sus espacios sólo como “presidente”. “Hay que reiterarlo, a Maduro no lo eligió nadie”, afirmó, “su presidencia es un encargo manipulado, él debería estar participando desde mañana en la campaña sólo como candidato”.
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