Los cubanos en el exilio piden por primera vez la atenuación del embargo
El Cuba Study Group presenta una serie de propuestas que Obama podría adoptar sin necesidad de apoyo del Congreso para favorecer las reformas en la isla
Por primera vez desde que EE UU decretara el embargo a Cuba hace más de 50 años, los cubanos en el exilio han pedido que se ponga fin a la política de aislamiento norteamericana para impulsar las reformas que ha iniciado de manera cautelosa el régimen de la isla. El Cuba Study Group (CSG), una organización independiente creada en 2000 e integrada por profesionales y empresarios cubanoamericanos y estadounidenses, ha presentado este miércoles un documento en el que se reclama la derogación de la Ley Helms-Burton y en el que se insta al presidente Barack Obama a que adopte órdenes ejecutivas, que puede firmar al margen del Congreso, para atenuar los efectos del embargo.
“Cuba está atravesando por un proceso de cambios y reformas políticas y económicas y es necesario aprovechar esta oportunidad para favorecer a la sociedad civil cubana y al medio millón de pequeños empresarios que son la esperanza para formar un país más libre y abierto”, ha indicado en conferencia de prensa el presidente del CSG, Carlos Saladrigas. “Se le pide a Cuba que cambie, pero nuestra actitud hacia Cuba también debe cambiar. Debemos dejar de obsesionarnos por el régimen de la isla y pasar a obsesionarnos por su pueblo”, ha afirmado.
Las propuestas que podría adoptar Obama
Estas son las propuestas que el Cuba Study Group considera que podría adoptar Barack Obama para promover el cambio en Cuba
1.- Modificar las limitaciones al envío de remesas y las exportaciones.
2.- Autorizar viajes por licencia a ONG y dar permiso para abrir cuentas en bancos de Cuba.
3.- Establecer nuevas licencias para la prestación de servicios a empresarios.
4.- Autorizar la importación de ciertos bienes y servicios procedentes a las empresas e individuos cubanos que participan en la actividad económica independiente certificable.
5.- Autorizar la exportación y venta de bienes y servicios a las empresas e individuos cubanos que participan en la actividad económica independiente certificable.
6.- Autorizar la venta de equipos de telecomunicaciones en Cuba.
7.- Autorizar el restablecimiento de servicios de ferry a Cuba.
8.- Simplificar el suministro de productos controlados, como ordenadores y portátiles.
9.- Permitir a los viajeros de EE UU con licencia acceso a tarjetas de crédito, débito o de prepago de EE UU y a otros servicios financieros durante sus viajes autorizados a Cuba.
10.- Revisión de la calificación de Cuna como un Estado patrocinador del terrorismo.
11.- Desarrollar una agenda ampliada bilateral con una serie de temas específicos de interés mutuo.
Saladrigas y el CSG consideran que el endurecimiento del embargo derivado de la Ley Helms-Burton, que condiciona cualquier suspensión del mismo a un cambio de régimen en Cuba, no sólo no ha conseguido promover la restauración de la democracia en la isla, sino que ha proporcionado al Gobierno castrista una excusa para justificar sus políticas. “Los cubanos en el exilio y los disidentes más importantes de la isla coinciden en que la Ley Helms-Burton impide la posibilidad de que se lleven a cabo los cambios que Cuba necesita”, ha advertido Saladrigas.
Desde el CSG son conscientes de lo complicado de arrancar del Congreso un acuerdo para derogar la Ley Helms-Burton, pero consideran que, mientras tanto, el presidente puede atenuar la intensidad de los efectos del embargo mediante órdenes ejecutivas que garanticen y extiendan el intercambio de recursos e información entre los ciudadanos de la isla. “En estas elecciones el electorado cubano americano ha demostrado que está a favor de las políticas de apertura que la Administración Obama ha adoptado en esos cuatro años, pero no hay que quedarse allí, hay que seguir adelante”, explica en conversación telefónica, el director ejecutivo del CSG, Tomás Bilbao.
Bilbao se refiere a la ampliación de licencias para incrementar los viajes familiares, los intercambios de carácter educativo, cultural y religioso, las remesas y la prestación de servicios de telecomunicaciones que el presidente Barack Obama aprobó en los primeros meses de su mandato, hasta la detención, en diciembre de 2009, del ciudadano estadounidense Alan Gross, condenado a 15 años de prisión por el régimen de Raúl Castro. Desde entonces, la Administración Obama ha dejado claro que no dará ningún paso adelante en tanto que Gross no sea liberado, una decisión que Saladrigas ha lamentado. “No se puede condicionar un cambio de política a la puesta en libertad de un ciudadano, eso sólo sirve para que el régimen se justifique”, ha advertido.
La labor del Poder Ejecutivo
El CSG ha presentado un total de 11 medidas para “salvaguardar y expandir el libre flujo de contactos y recursos de la isla, fomentar la actividad económica y política independiente en Cuba”, que Obama podría adoptar a través de órdenes ejecutivas para impulsar la transición política en la isla. Entre ellas, modificar el límite del importe económico de las remesas, autorizar a los ciudadanos estadounidenses a abrir cuentas en bancos cubanos y a emplear sus tarjetas de crédito en la isla, permitir las importaciones y las exportaciones de ciertos productos o reinstaurar el servicio de ferry entre EE UU y Cuba.
“Estas medidas reforzarían a la sociedad civil de la isla y a sus empresarios que son los que deben dirigir la transición política en ese país. Esa transición no se puede dirigir desde aquí, no podemos controlar los cambios, pero sí podemos favorecerlos”, ha advertido Saladrigas. “No hay unas propuestas más importantes que otras. Lo importante, en última instancia, es promover la apertura, es imposible lograr un fortalecimiento de la sociedad civil sin apertura y sin información, así es como se consiguió en los países comunistas de la Europa del Este”, ha asegurado.
La sociedad civil de Cuba, según el CSG, sí parece estar preparada para aprovecharse de un potencial relajamiento del embargo, pero no está tan claro que Washington tenga la misma predisposición. “No esperamos que el problema del embargo se solucione de hoy para mañana, pero tenemos que tratar de que se empiece a hablar de ello, es bueno para la sociedad de Cuba y para la comunidad hispana de EE UU”, ha sostenido Saladrigas. “Los 400.000 cubanos que cada año visitan la isla para retomar el contacto con sus familiar son el mejor ejemplo del cambio de actitud de EE UU hacia la política de aislamiento”, ha afirmado.
El lunes, el senador demócrata Patrick Leahy, líder de la delegación el Congreso que ha visitado Cuba esta semana, aseguró que en EE UU “hay un sentimiento cada vez más generalizado para que cambiemos nuestra actitud de Guerra Fría hacia la isla”. Este mismo jueves, Council of the Americas también a presentado una serie de propuestas, muy similares a las del CSG, para “promover el cambio en Cuba y adaptar el embargo”.
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