Rubio acusa a Obama de haber triplicado la deuda y aumentar el tamaño del estado

El senador de Florida Marco Rubio ofreció este martes la réplica al discurso de Obama en nombre del Partido Republicano. En una comparecencia histórica, el legislador hispano —el primero en cumplir con esta labor— expresó su respuesta en inglés y en español.

Rubio fue uno de los candidatos preferidos por el Tea Party en 2010 y es una de las estrellas emergentes en las filas republicanas. Anoche tenía a sus espaldas una doble responsabilidad: reivindicar las propuestas de su partido en materia económica y convencer a los millones de hispanos que se decantaron por el presidente Obama en las últimas elecciones de que cuentan con un fiel representante de sus intereses en el Partido Republicano.

Sin embargo, un discurso atropellado en algunos momentos por problemas con el sonido y una bochornosa pausa para beber agua —conocida ya en las redes sociales como "waterbreak" y "watergate", incluida la respuesta del senador— dejaron la aparición de Rubio muy lejos de otras apariciones con las que ha logrado que suene su nombre para la candidatura republicana de 2016.

Según defendió Rubio este martes, las subidas de impuestos propuestas por Obama y los gastos para la reducción del déficit público perjudicarán a la clase media en vez de ayudarles. “Les quitará a los trabajadores su aumento salarial, beneficios y tal vez incluso sus puestos de trabajo”, afirmó. Rubio también acusó a Obama de no hacer nada por salvar programas en peligro como Medicare —de cobertura sanitaria para mayores— y la Seguridad Social, asfixiada por la falta de vías de recaudación que respondan al gasto por el envejecimiento de la población. “Señor presidente, no me opongo a sus planes porque quiera proteger a los ricos. Me opongo a sus planes, porque quiero proteger a mis vecinos”.

Señor Presidente, no me opongo a sus planes porque quiera proteger a los ricos. Me opongo a sus planes, porque quiero proteger a mis vecinos”

“Yo todavía vivo en el mismo vecindario de la clase trabajadora donde crecí. Mis vecinos no son millonarios” aseguró Rubio, que siempre ha defendido su cercanía a los ciudadanos de clase media. El senador habló de americanos jubilados, dependientes de los programas de ayudas públicas, “inmigrantes que vinieron aquí porque estaban permanentemente sumidos en la pobreza” y “trabajadores que tienen que levantarse temprano e ir a trabajar para pagar las cuentas”.

El republicano aseguró este martes, como ya lo hizo el candidato presidencial, Mitt Romney, durante su campaña, que la mejora de las condiciones de la clase media no depende de más ayudas sino de una liberalización económica donde los ciudadanos “arriesguen su propio dinero” favoreciendo a su vez la creación de puestos de trabajo. “Presidentes en ambos partidos —desde John F. Kennedy a Ronald Reagan— han reconocido que nuestra economía de libre empresa ha sido la fuente de prosperidad para nuestra clase media. Pero el presidente Obama cree que es la causa de nuestros problemas”, defendió.

Rubio argumentó en su discurso que la economía de EE UU necesita crecer un 4% por año, durante la próxima década, para responder a las necesidades de la clase media. A pesar de compartir con Obama el imperativo de la reducción del déficit, el senador republicano afirmó que “no hay ningún aumento de impuestos que pueda lograr eso” y que el presidente impedirá así la creación de puestos de trabajo en el sector privado. “Espero que el presidente abandone su obsesión de aumentar los impuestos y trabaje con nosotros para lograr este tipo de crecimiento real en nuestra economía”.

Como ya hiciera Obama minutos antes, el senador vinculó el progreso de EE UU con su sistema educativo y la reforma del de inmigración. Rubio forma parte del grupo bipartito de senadores que han planteado las bases para una nueva legislación y su apoyo puede ayudar a que el partido recupere el terreno perdido con la comunidad hispana por el respaldo a leyes de inmigración como la de Arizona.

“Podemos ayudar a que nuestra economía crezca si tenemos un sistema de inmigración legal que nos permita atraer a los mejores y más brillantes profesionales del mundo y asimilarlos a nuestra forma de vida”, dijo Rubio, en términos muy similares a los del presidente. El joven senador, descendiente de emigrantes cubanos, se reservó su postura personal sobre la opción de regularizar a los indocumentados, aunque asegura apostar por “una solución responsable y permanente para el problema de los que están aquí ilegalmente”. La garantía de seguridad en la frontera y el cumplimiento de las leyes vigentes es prioritario para Rubio, por delante del acceso a la ciudadanía.

El senador ya fue elegido para protagonizar uno de los principales discursos de la Convención Nacional Republicana en 2012, cuando Mitt Romney resultó nominado para disputar la presidencia a Obama. El reciente impulso recibido por parte de la reforma migratoria ha convertido a Marco Rubio en uno de sus principales defensores entre los republicanos y en el encargado de recuperar para su Partido el apoyo de los hispanos.

Rubio cerró su discurso pidiendo de nuevo la colaboración entre republicanos y demócratas para contribuir al crecimiento económico. De no lograrlo, advirtió el senador, “siempre seremos conocidos como la generación responsable por dejar caer en decadencia a los Estados Unidos”.