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La empresa que mantenía el edificio de Pemex pone en duda la versión oficial

Un directivo de Copicosa asegura que sus trabajadores habrían tenido que morir de asfixia por una concentración de gas tan grande

Salvador Camarena

Las dudas sobre lo que ocurrió el pasado jueves en las instalaciones de Pemex continúan, a pesar de las declaraciones que ofreció este lunes Jesús Murillo Karam, el procurador (fiscal) general de la República. En su intervención, Murillo Karam descartó que la explosión ocurrida en el edificio B2 del centro administrativo de Petróleos Mexicanos se debiera al uso de explosivos. Según sus declaraciones, la explosión habría ocurrido en el sótano del edificio de 13 plantas, en el que cuatro trabajadores de la empresa Conservación Pilotes de Control SA (Copicosa), contratada por Pemex, realizaran labores de mantenimiento en unos pilotes.

Sin embargo, un directivo de la empresa Copicosa, que pidió no ser identificado, dijo a EL PAÍS que, sin querer entrar en controversia con el Gobierno, no coincide con la explicación dada por el fiscal. El directivo recordó que su empresa lleva más de 40 años dando mantenimiento a todo el centro administrativo de Pemex; informó de que los tres trabajadores que murieron eran experimentados y explicó que para que una explosión de ese tamaño ocurriera, la concentración de gas tuvo que ser enorme, tan grande que sus trabajadores habrían muerto de asfixia mucho antes de las 15.40 horas, cuando ocurrió la explosión, porque se encontraban trabajando allí desde las ocho de la mañana.

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Incluso, el jefe de la cuadrilla salió de la caja de cimentación, donde llevaban a cabo las obras de mantenimiento, un par de minutos antes de la explosión sin síntoma alguno de intoxicación. Como el gas metano no huele a nada, cuando hay una concentración de ese tamaño, explicó el directivo, las personas “caen como pajaritos”. Reconoció, no obstante, que ellos tampoco tienen “explicación para esto, la verdad”.

La explosión que tuvo lugar el pasado jueves 31 de enero mató a decenas de personas e hirió a un centenar, de las cuales 29 continúan ingresadas en hospitales, algunas en estado muy grave. Tres de los trabajadores de Copicosa fallecieron por la explosión mientras que el jefe de la cuadrilla logró escapar.

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