El FBI libera al niño que llevaba siete días secuestrado en un búnker
El captor, un veterano de Vietnam que amenazaba a sus vecinos con dispararles, ha sido abatido
Ethan, un niño de cinco años con síndrome de Asperger, que llevaba recluido en un búnker desde que fuera secuestrado el 29 de enero, ha sido liberado por el FBI. Su captor, Jimmy Lee Dykes, un veterano de Vietnam de 65 años, que estaba encerrado con el menor en el refugio, ha sido abatido, han informado los responsables del FBI encargados del rescate.
"Decidimos intervenir cuando comprobamos que las negociaciones con el secuestrador habían empeorado", ha informado el FBI. Los agentes intercambiaron disparos con el secuestrador antes de abatirlo y rescatar, sano y salvo, al menor. El FBI encontro un artefacto explosivo dentro del búnquer y otro en el tubo de plástico que utilizaban para comunicarse con Dykes y enviar medicinas y juguetes al niño. Ethan tiene síndrome de Asperger y sufre trastorno por déficit de atención e hiperactividad.
El martes 29 de enero, a las 3.35 de la tarde, Dykes paró a un autobús escolar en una carretera de tierra de Midland City, Alabama, mató al conductor, cogió a Ethan y se encerró con él en un búnker construido en su propiedad. El secuestro ha mantenido en vilo a la pequeña localidad de 2.300 habitantes y ha concentrado la atención de los medios de comunicación de Estados Unidos.
Los vecinos de Dykes lo describen como un hombre solitario y violento que por las noches suele rondar su propiedad provisto de un arma
Durante los siete días que ha durado el secuestro, la policía se comunicó con Dykes a través de un tubo de PVC y gracias a este mecanismo pudo entregar al raptor cuadernos y pinturas para colorear además de las medicinas que el menor necesitaba. Durante todo este tiempo al niño se le escuchaba llorar y preguntar por sus padres, según AP.
El búnker en el que Dykes y el menor estuvieron encerrados tiene unos dos metros y medio de profundidad, casi dos metros de ancho y poco más de un metro de largo y está equipado con electricidad y comida, según indicaron a la Policía varios vecinos del secuestrador. La policía tenía constancia de que Dykes había llegado a pasar hasta ocho días sin salir de su refugio.
De momento, siguen sin esclarecerse los motivos que llevaron a Dykes a tomar a un menor como rehén y a recluirse en su búnker. Al parecer, no existía ninguna relación entre el niño y su captor. Los vecinos de Dykes lo describían como un hombre solitario y violento que por las noches solía rondar su propiedad provisto de un arma. Dykes, de 65 años, era un conductor de autobús retirado, veterano de Vietnam con problemas de estrés postraumático, que solía amedrentar a quienes vivían a su alrededor, amenazándolos con disparar a sus hijos y a sus mascotas. Un vecino aseguró a los medios locales que Dykes golpeó hasta la muerte a su perro.
Precisamente, Dykes debía presentarse el miércoles pasado ante los juzgados para responder por una de esas amenazas a sus vecinos. En 1995, Dykes fue detenido en Florida por exhibir un arma en público y en 2000 fue arrestado por posesión de marihuana.
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