Un millón de sirios sufre carencias en el acceso a los alimentos
La ONU denuncia que las restricciones del régimen impiden el abastecimiento de ayuda en varias zonas del país
El recrudecimiento del conflicto que enfrenta al Ejército sirio con las fuerzas opositoras al régimen ha dejado a zonas del país desabastecidas de alimentos, según ha advertido este martes el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas, que cifra en un millón el número de sirios necesitados de ayuda.
Un total de 2,5 millones de sirios necesita raciones de comida, según la ONU, que reconoce que sólo puede llegar a 1,5 de ellos. “El PMA es incapaz de aumentar la asistencia debido a la falta de socios sobre el terreno y a las dificultades para llegar a las zonas más golpeadas”, ha explicado Elizabeth Byrs, portavoz del programa de la ONU, en una conferencia de prensa en Ginebra.
La Cruz Roja local, con la que trabajan, está saturada y es incapaz de aumentar su ayuda, por lo que la ONU busca ahora nuevos socios para la distribución. El deterioro de la seguridad en el país ha provocado la salida del personal del PMA de Homs, Alepo y Tartus entre otras ciudades sirias.
Hace ahora casi dos años que grupos de sirios salieron a las calles al calor de las primaveras árabes para pedir reformas y democracia al régimen de Bachar el Asad.
Naciones Unidas habla ya de 600.000 refugiados en los países vecinos
La respuesta gubernamental fue una brutal represión, que propició la lucha armada por parte de las fuerzas rebeldes. Desde entonces, unas 60.000 personas han muerto en el conflicto, según el recuento de la ONU. Las numerosas iniciativas diplomáticas destinadas a lograr un acercamiento de las partes han fracasado estrepitosamente. El presidente Bachar el Asad, pronunció el pasado domingo un discurso en el que dejó clara su intención de seguir al frente del país, en contra de lo que piden los grupos rebeldes y buena parte de la comunidad internacional.
Las declaraciones de la portavoz Byrs confirman con cifras las imágenes que llegan desde Siria en las que se pueden ver por ejemplo colas interminables de personas ante las panaderías. El Programa de Alimentos de Naciones Unidas cita en un comunicado emitido el martes el caso de Alepo, hasta antes de la revuelta el pulmón económico del país y en la que soldados y rebeldes luchan ahora barrio por barrio por hacerse con el control de la ciudad. Allí, el precio del pan se ha disparado y un kilo cuesta entre un 40% y un 50% más que en otras provincias del país. Cuesta además al menos cinco veces más que antes de estallar el conflicto.
Naciones Unidas da cuenta de una creciente escasez de harina de trigo en diversas zonas del país, debido en parte a la destrucción de los molinos, así como a la falta de combustible para la distribución y el corte de numerosas carreteras. Junto a la escasez de harina, destacan la falta de gas para cocinar.
A las necesidades de los sirios que permanecen dentro del país azotado por el conflicto civil se le añaden las de los que han huido en busca de refugio en los países vecinos. La agencia de Refugiados de Naciones Unidas habla ya de 600.000 refugiados sirios.
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