Japón protesta por el vuelo de un avión chino sobre islas disputadas

La disputa que mantienen China y Japón por un conjunto de islas deshabitadas en el mar de China oriental ha vuelto a estallar, esta vez en los cielos. El Gobierno japonés ha protestado este jueves ante el Ejecutivo de Pekín después de que un avión del servicio de vigilancia marítimo chino se adentrara alrededor de las 11 de la mañana —ocho horas menos en la España peninsular— en lo que Tokio considera su espacio aéreo sobre las pequeñas islas de Senkaku, llamadas Diaoyu por China.

El incidente ha disparado las alarmas en Japón, cuyas fuerzas armadas han enviado de inmediato ocho cazabombarderos F-15 a la zona, según ha informado el Ministerio de Defensa, que más tarde ha dicho que el aparato chino había abandonado el área. "A pesar de nuestros repetidos avisos, barcos chinos han entrado en nuestras aguas territoriales durante tres días consecutivos", ha afirmado el jefe de Gabinete japonés, Osama Fujimori, informa Reuters. “Es my lamentable que, además de esto, haya sido cometida una intrusión en nuestro espacio aéreo de esta manera", ha añadido. Según Tokio, se trata de la primera vez que un avión chino viola este año el espacio aéreo sobre el archipiélago, cuyas aguas contienen importantes yacimientos de gas.

Pekín ha replicado rápidamente, y ha asegurado que el vuelo no tiene nada de extraño y ha urgido a Japón a que deje de entrar en la zona cerca de los islotes. “Las islas Diaoyu y las islas asociadas son parte intrínseca del territorio chino. El vuelo chino sobre las islas es totalmente normal”, ha declarado Hong Lei, portavoz de Exteriores. “El lado chino pide a Japón que paralice todas las entradas en las aguas y el espacio aéreo alrededor de las islas”.

El envío del avión se ha producido en una fecha simbólica de la invasión de China por parte de Japón: el 75 aniversario de la llamada Matanza –o Violación- de Nanjing, ocurrida a partir de la entrada de las fuerzas japonesas en la entonces capital el 13 de diciembre de 1937. En la campaña de muertes y violaciones, fueron masacrados al menos 150.000 civiles, según los historiadores. Pekín cifra el número de muertos –civiles y soldados- en 300.000, mientras algunos estudios japoneses lo sitúan entre 20.000 y 200.000.

En septiembre pasado, se produjo una ola de protestas antijaponesas en varias ciudades chinas, con el beneplácito del Gobierno, que culminaron el día 18, con ocasión del 81 aniversario del inicio de la invasión del noreste del país por parte de Japón. Se trataron de las mayores manifestaciones nacionalistas contra Tokio que vive China en las últimas décadas, y tuvieron como desencadenante la decisión del Gobierno japonés, días antes, de comprar tres de las islas Senkaku/Diaoyu a su propietario privado japonés, nacionalizándolas de hecho. Con la medida, Japón desactivó el proyecto del gobernador de Tokio -el nacionalista Shintaro Ishihara- de adquirir y desarrollar para turismo el grupo de islotes. La decisión del Ejecutivo japonés provocó la ira de Pekín, que, en respuesta, envió a la zona seis buques de vigilancia. El archipiélago está controlado por Japón, pero es reclamado por ambos países.

Estados Unidos ha asegurado que no tomará posición sobre la soberanía del archipiélago, ha pedido a ambas partes que dialoguen y ha instado a China a que mire hacia el futuro. Pero ha dejado bien claro que el grupo de islas está cubierto por un tratado de seguridad de 1960, que obliga a Estados Unidos a acudir en ayuda de Japón si es atacado.

El incidente aéreo se ha producido días en vísperas de las elecciones que se celebran este domingo en Japón, en las que se prevé que el Partido Liberal Democrático (PLD) regrese al poder. Al frente del PLD, está el exprimer ministro Shinzo Abe, un halcón que ha prometido adoptar una posición muy dura respecto al conflicto territorial de las islas.

Abe ha asegurado que la mala gestión diplomática del actual Gobierno del Partido Democrático de Japón (PDJ) ha envalentonado a China y ha prometido que si vence en las elecciones aumentará el gasto en defensa, incluido en guardacostas. Otros países asiáticos, especialmente Filipinas, también han mostrado su inquietud por la creciente firmeza de China en sus reclamaciones sobre islas disputadas en otra zona conflictiva, el mar del sur de China.