Indultados para morir
Los pavos amnistiados por la Casa Blanca suelen morir en los meses siguientes debido a su peso excesivo
Cobbler y Gobbler, los dos pavos que este miércoles indultará Barack Obama, celebrarán este Acción de Gracias comiendo tranquilos en una granja, pero es muy probable que, como la mayoría de sus congéneres salvados por la benevolencia del comandante en jefe de EE UU, no lleguen vivos al siguiente. El perdón presidencial paradójicamente sólo sirve para alargar unos pocos meses más la vida de unos animales que se engordan con el único propósito de terminar en el horno.
Los pavos de criadero pesan más del doble que sus congéneres salvajes, que suelen alcanzar una media de ocho kilos. Las dimensiones que alcanzan les generan problemas cardiorrespiratorios y alimenticios que sólo les permiten vivir una octava parte de los 12 años de media que alcanzan el resto de los pavos, siempre que no acaben antes macerados en la mesa de Acción de Gracias.
Desde 2010, los pavos salvados por la Casa Blanca se trasladan a la finca Mount Vernon, en Virginia, donde residió George Washington. Allí murió este mismo lunes Peace, una de las aves que Obama indultó el año pasado. Apple y Cider, amnistiados por el mandatario en 2010, tampoco llegaron al siguiente Acción de Gracias. “Los pavos sufrieron enfermedades respiratorias, el desorden alimenticio que padecían les impidió andar con normalidad y su peso les causó problemas en la articulaciones”, explicó a The Huffington Post Rebecca Aloisi, vicepresidenta de marketing de Mount Vernon.
Los pavos indultados entre 2005 y 2009 tampoco tuvieron mejor suerte. Durante ese período la Casa Blanca enviaba las aves a Disney World y Disneyland. Más de la mitad murieron en menos de un año, según datos de Farm Sanctuary, un grupo protector de los derechos de los animales.
Cobbler y Gobbler, son dos pavos de 19 semanas y unos 18 kilos de peso. Este miércoles abandonarán la Casa Blanca camino de Mount Vernon donde serán visitados, como es tradición, por miles de niños durante las fiestas de Navidad. Ateniéndonos a los antecedentes de sus predecesores, sus expectativas de vida no son muy halagüeñas. Aunque siempre hay una excepción a la que pueden aferrarse. Liberty, el compañero de Peace, sigue picoteando feliz 365 días después de ser indultado por Obama.
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