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Los estados clave de una de las elecciones más reñidas de la historia

Ohio, Florida, Virginia, Arizona... La batalla final se dirimirá sobre todo en algunos estados clave Los candidatos han protagonizado una intensa maratón final, a la caza del voto indeciso

Los indecisos, el voto más preciado para los candidatos
Los indecisos, el voto más preciado para los candidatosMICHAEL REYNOLDS (EFE)

La noche electoral se presenta larga, a juzgar por los últimos sondeos. Barak Obama y Mitt Romney han protagonizado en las últimas jornadas de campaña un auténtico maratón en el que visitaron los estados clave para la carrera hacia la Casa Blanca. Las encuestas de última hora indican que Romney puede ganar Florida, mientras que Obama podría ganar en Nevada y Wisconsin. Todos los ojos están puestos en Ohio, donde se dirimen 18 votos electorales clave y el actual presidente contaba con una ventaja demasiado pequeña como para poder anticipar una victoria. Estos son los estados clave en los que se jugará la partida final por la presidencia:

Ohio, imprescindible para Obama. Con los votos de este Estado, Barak Obama tendría la reelección al alcance de la mano. Si no lo consigue, la victoria es casi imposible. En 2008, el apoyo de la comunidad afroamericana fue crucial para que el demócrata se alzase con la victoria en este territorio. No es la primera vez que Ohio se convierte en el estado clave en unas elecciones presidenciales. Ningún candidato republicano ha logrado llegar a la Casa Blanca sin ganar este Estado. Por el lado demócrata, ninguno lo ha conseguido desde John Kennedy. Consciente de ello, ambos candidatos han peleado cada voto en este Estado. Obama tiene a su favor el apoyo de quienes viven de la industria del automóvil, socorrida por el presidente en 2008, y este dato es esencial en un estado en el que uno de cada ocho empleos depende de este sector. Mitt Romney, que en aquel momento se significó con un artículo en el que pedía que la industria del automóvil se dejase caer,  ve con inquietud cómo este posicionamiento puede costarle la presidencial. El candidato republicano no escatimó esfuerzos en un mitin final multitudinario en el que le acompañó un auténtico quién es quién en Ohio.

Virginia, microcosmos del futuro electoral. Los cambios demográficos registrados en Virginia durante los últimos años han convertido a este Estado en un reflejo de lo que se espera que sea Estados Unidos dentro de tres décadas. Obama espera revalidar victoria en un territorio en el que ganó en 2008 gracias a una coalición de votantes formada mayoritariamente por jóvenes, mujeres y representantes de las dos grandes minorías del país: hispanos y afroamericanos. Sin embargo, las encuestas de última hora reflejaban un empate técnico entre ambos candidatos. La campaña en este Estado ha estado marcada por la preocupación de los votantes por el medio ambiente y la pérdida de empleos en el sector del carbón. Los candidatos han cuidado también de manera muy especial el voto femenino, considerado vital en un Estado en el que las mujeres hacen gala de un elevado compromiso político. El activismo femenino se ha visto intensificado este año por la aprobación de una ley que exige a las mujeres que deseen abortar que se sometan previamente a una prueba de ultrasonido.

Florida, el premio gordo de la campaña. Hispanos, jubilados, judíos, jóvenes y familias suburbanas. Un complejo mosaico electoral que, hasta el último minuto, se decantaba ligeramente a favor del candidato republicano. Para Mitt Romney, una derrota en este Estado supondría que tiene que ganar en todos los demás estados que se mantenían indefinidos en vísperas de las elecciones para poder llegar a la Casa Blanca. Una proeza difícil de realizar. El voto de los puertorriqueños, que mayoritariamente mantienen posturas conservadoras en materia económica,  será clave en los comicios.

A la conquista del Oeste. Arizona es, junto con Colorado, una de las piezas clave del Oeste que necesitan ambos candidatos para asegurarse la victoria. Esta región, considerada históricamente como un bastión republicano, ha ido girando políticamente a lo largo de los últimos años hasta convertirse en 'swing states', es decir, estados que cambian su voto de un partido a otro. Estos estados indecisos son los que tienen la llave para la Casa Blanca. El apoyo de los hispanos ha alentado esperanzas en las filas demócratas, pero ambos candidatos llegan con un virtual empate a la jornada electoral.

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