_
_
_
_
LA PRIMAVERA ÁRABE

Dos inmigrantes mueren en Bahréin por el estallido de bombas caseras

Es la primera vez que se ataca a civiles en el emirato del Golfo

Ángeles Espinosa
Un manifestante se enfrenta a policías antidisturbios el viernes en Bahréin.
Un manifestante se enfrenta a policías antidisturbios el viernes en Bahréin.MAZEN MAHDI (EFE)

Dos trabajadores extranjeros han resultado muertos y un tercero herido de gravedad durante la mañana de este lunes en Manama por la explosión de “bombas de fabricación casera”, según ha informado la Autoridad de Asuntos de Información de Bahréin en un comunicado. Las víctimas, de procedencia asiática, como la mayoría de la mano de obra no cualificada de ese país, han sido identificadas como barrenderos por la agencia estatal de noticias, BNA. La semana pasada las autoridades prohibieron las manifestaciones, lo que no ha impedido que la oposición (mayoritariamente chií) haya seguido protestando contra el control del poder por parte de la monarquía (suní).

En total, cinco artefactos han estallado en los barrios de Gudaibiya y Adliya, en el centro de la capital bahreiní, donde se encuentra dos de los palacios de la familia real. No es la primera vez que los más radicales entre los opositores utilizan cócteles mólotov contra la policía, pero sería la primera vez que atacan a civiles.

Aunque el teletipo de BNA califica el incidente de “acto terrorista”, el comunicado policial explica que uno de los hombres murió en el acto tras “haber dado una patada a un objeto que hizo explosión” en Gudaibiya. El segundo hombre resultó herido en las proximidades del cine Awal, pero fue declarado muerto al llegar al hospital. Una tercera explosión hirió gravemente a un empleado de la limpieza en Adliya.

El director general de la policía ha hecho un llamamiento a todos los residentes en el país para que “no toquen objetos extraños” y pide a quien vea algún bulto sospechoso que llame inmediatamente al teléfono de emergencia.

Desde febrero del año pasado, Bahréin, un estratégico archipiélago árabe del golfo Pérsico que alberga la V flota estadounidense, vive una revuelta popular al hilo de la primavera árabe. Pero los llamamientos de los opositores a una mayor participación política han chocado con los temores de la familia real a que la democracia se traduzca en su derrocamiento. Así que ha respondido con una mezcla de buenas palabras y represión que sólo ha radicalizado la sociedad. Además, la monarquía, que acusa a Irán de estar detrás de las protestas, ha recurrido a Arabia Saudí, la potencia regional árabe, en busca de respaldo tanto militar como financiero y diplomático.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_