Las claves del tercer debate
A pesar de la ventaja de Obama frente a Romney, que carece de experiencia en política exterior, todos los asuntos esconden riesgos para el presidente
Cuando Barack Obama y Mitt Romney salgan esta noche al escenario en Boca Ratón (Florida), donde se celebra el tercer y último debate presidencial, tendrán por delante 90 minutos para exponer sus diferentes posturas en materia de política exterior. Desde Libia hasta China, Oriente Medio o Irán, cada pregunta que pronuncie el moderador, el veterano periodista Bob Schiefer, es un arma de doble filo para ambos candidatos. El presidente cuenta, previsiblemente, con ventaja en un área en el que Romney carece de experiencia alguna, pero los errores del primer debate y un ascenso del aspirante republicano en las encuestas dejará a Obama sin margen de error este lunes por la noche.
Libia
La muerte del embajador Chris Stevens durante el ataque al consulado estadounidense en Bengasi se ha convertido en uno de los temas centrales en esta campaña. Las diferentes versiones ofrecidas sobre lo ocurrido por parte del Departamento de Estado, la Casa Blanca y la embajadora ante Naciones Unidas, Susan Rice, justificaron varios ataques de los candidatos republicanos. Sin embargo, un error de Romney en el último debate dio la victoria a Obama, que destapó una de las acusaciones falsamente distribuidas por la campaña de su oponente. Si Romney quiere apostar de nuevo por Libia, deberá presentar un argumento basado en la confusión que crearon esas distintas versiones, aún a riesgo de que Obama, como el pasado martes, le acuse de polemizar con una tragedia.
Irán
El diario The New York Times reveló este sábado que el Gobierno estadounidense había cerrado un acuerdo con el iraní para iniciar conversaciones sobre su programa nuclear. La Administración Obama lo desmintió inmediatamente pero el tema puede ser protagonista esta noche. Romney ha acusado en repetidas ocasiones al presidente de descuidar la seguridad de aliados como Israel por la ligereza de las sanciones contra Irán y por haber dado una oportunidad al diálogo. El candidato republicano ha prometido que impediría cualquier proyecto de enriquecimiento de uranio en las centrales iraníes, mientras que Obama, que ha evitado hasta el momento un ataque por parte de Israel, podría permitir en un futuro el desarrollo de estos programas para fines civiles. Romney, además, se arriesga a dar una imagen de candidato que prefiere el conflicto -y el coste en vidas humanas- al diálogo.
China
La externalización de puestos de trabajo estadounidenses al gigante asiático ha sido uno de los argumentos de la campaña republicana, pero Romney deberá limitar este ataque a las consecuencias para la economía estadounidense, ya que Obama le ha acusado desde hace varios meses de destruir empleos -y destinarlos a China- durante su etapa como empresario de Bain Capital. “Eres la última persona en hablar de dureza contra China”, le espetó Obama a Romney durante el segundo debate.
El presidente también destruyó una de las acusaciones de los republicanos sobre su falta de iniciativa para pedir sanciones contra China ante la Organización Mundial del Comercio por manipulación de sus divisas, una medida adoptada en las últimas semanas. Paul Ryan, candidato a la vicepresidencia por el Partido Republicano, intentó argumentar sobre las consecuencias de los acuerdos comerciales con el país asiático durante los años 60 cuando Joe Biden, vicepresidente y candidato demócrata a revalidar su puesto, le contestó: “¿Ahora eres Jack Kennedy?”
Europa
En el primer debate presidencial fue España. En el segundo, Grecia. La crisis económica que afecta a los países de la Unión Europea es seguida muy de cerca por ambos candidatos. Para Romney, Europa refleja el futuro de Estados Unidos si se siguen aplicando las políticas económicas que defiende Obama. Para éste, la completa recuperación de la economía y el desempleo no llegará hasta que la UE encuentre una salida a sus problemas.
Afganistán
Obama fijó en 2014 la fecha de salida de las tropas estadounidenses y Romney, a pesar de sus críticas a la estrategia, no ha especificado si cambiaría la decisión de su predecesor. Sin embargo, el candidato republicano puede vincular el desarrollo de los últimos meses en Afganistán a los recortes impuestos por Obama al presupuesto del Departamento de Defensa. Tanto Romney como Ryan han defendido en su discursos que EE UU no puede garantizar su seguridad ni la de sus aliados con un presupuesto cada vez más reducido. El argumento ha servido también para retratar la crisis económica estadounidense como una amenaza para su seguridad y las dificultades de Obama para resolverla.
Rusia
Un error de Romney en los primeros meses de la campaña puede conseguir que el candidato evite mencionar Rusia durante el debate de esta noche. El republicano aseguró que Rusia es “el enemigo geopolítico número uno” de EE UU, condicionando el futuro de las relaciones diplomáticas con el país, especialmente en caso de que Romney se haga con la presidencia.
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