Euskadi internacional
Este domingo los vascos irán a votar por primera vez sin la amenaza de las armas. “El País Vasco es una de las regiones europeas más prósperas y probablemente la única que no ha conocido todavía la libertad plena”, asegura el artículo de presentación del número extra de la revista Política Exterior de octubre de 2012, bajo el título de ‘La paz llega por fin a Euskadi’. No es seguro que esa noticia vasca, española y europea que va a producirse este próximo domingo suscite tanta atención internacional como la actuación sangrienta de ETA durante casi medio siglo, pero bien lo merece y así lo ha entendido la primera publicación española sobre asuntos internacionales revista, dirigida por Darío Valcárcel, que ha querido dedicar un número extra de a este acontecimiento aparentemente nada internacional.
Euskadi desaparece de la actualidad internacional gracias a la paz y Cataluña entra en las páginas de internacional por esta súbita efervescencia independentista que se añade a la que experimentan Escocia, con referéndum ya señalado para otoño de 2014, y Flandes, con elecciones generales en el mismo año en que la separatista Nueva Alianza Flamenca se ha prometido a sí misma intentar un camino similar.
Con ETA todavía actuando en territorio español es muy probable que la ‘transición nacional’ anunciada por Artur Mas no hubiera empezado. Recordemos que tanto el Plan Ibarretxe como el Nuevo Estatuto de Cataluña se presentaron y discutieron mientras ETA mantenía su desafío armado al Estado. Mientras que ahora está ya en trance de desaparecer lo que para Jorge Semprún era el último residuo violento del franquismo. Pero la ausencia de violencia es más una de las señales nuevas del cambio de época que un factor decisivo en el actual escenario político. ETA era un anacronismo desde hacía muchos años, propiamente desde que terminó la guerra fría, aunque ha sido necesario otro cambio de época y más de 20 años para que finalmente se dirigiera hacia su desaparición.
De todo lo que está sucediendo, y también del excelente número extra de Política Exterior, puede deducirse que Euskadi y Cataluña, aparentemente tan hermanadas, circulan en direcciones opuestas. Así ha sido durante la transición y la democracia y así es ahora cuando nos acercamos a una nueva transformación política. Ahora Cataluña hace de Euskadi y Euskadi hace de Cataluña. Lo revela muy a las claras el artículo de Iñigo Urkullo, titulado ‘Vocación, Europa; necesidad, abrirse al mundo’, donde nada hay de estados propios y de independencia, todo lo ocupa la economía y la competitividad de las empresas vascas, y si hay que internacionalizar algo no es el conflicto sino las empresas vascas. Urkullu parece Pujol y Artur Mas parece Arzallus o Ibarretxe.
Tiempo habrá para discutir y reflexionar sobre los contrapuestos intereses del nacionalismo catalán y del vasco. De momento basta con imaginar qué sucedería con los regímenes de concierto de Euskadi y de Navarra en caso de un pacto fiscal con Cataluña o todavía más de una independencia efectiva. Recordemos que el pacto fiscal propuesto por Artur Mas incluía una cuota de solidaridad de alrededor del 3 o 4 por ciento del PIB, algo inexistente en los casos de País Vasco y Navarra. Y que la salida de Cataluña convertirían la actual ausencia de solidaridad vasca y navarra en más difíciles de soportar dentro de un conjunto español que sería lógicamente más pequeño. Parece claro que los nacionalistas vascos, aunque no lo digan, ven la transición catalana diseñada por Mas como un nubarrón amenazador para el concierto.
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