Rusia pide explicaciones a Turquía por el aterrizaje forzado del avión sirio

Rusia ha pedido explicaciones a Turquía en relación al avión de línea sirio que en la noche del miércoles, al sobrevolar el espacio aéreo turco en ruta desde Moscú a Damasco, fue obligado a aterrizar en el aeropuerto de Ankara por dos cazas F-16 de las fuerzas aéreas turcas.

El avión, un Airbus 320, había despegado del aeropuerto moscovita de Vnúkovo con 37 personas a bordo, entre ellas 17 ciudadanos rusos, incluidos niños. Durante las ocho horas que el aparato tuvo que permanecer en la pista de aterrizaje en Ankara antes de reemprender viaje, las autoridades turcas le confiscaron una docena de contenedores sellados que eran transportados como carga.

En un “comentario” difundido en la página web del ministerio de Exteriores ruso, Alexandr Lukashevich, el representante oficial de la entidad, expresó “preocupación” por “la amenaza para la vida y seguridad” a la que se habían visto sometidos los pasajeros rusos que iban en el avión. El comentario no hizo mención de la carga confiscada ni tampoco de su procedencia. Las autoridades turcas habían alegado tener información de los servicios de seguridad sobre el supuesto transporte de una carga de doble uso, civil y militar, destinada a Siria, lo que, según alegaron, requería un permiso previo con 10 días de antelación. Según las informaciones turcas, el avión transportaba equipo de comunicaciones militares, y piezas de armamento, incluidas piezas de misiles.

Moscú se enteró del incidente por los medios de comunicación, ya que la embajada rusa en Ankara no fue informada del suceso por las autoridades, señalaba el comunicado del ministerio de Exteriores ruso. Además, continúa el comunicado, las autoridades turcas no permitieron que los funcionarios consulares rusos se entrevistaran con sus conciudadanos que durante ocho horas se vieron obligados a esperar que el avión reemprendiera el vuelo, saliendo sólo ocasionalmente del aparato y sin que les fuera servida comida.

“La parte rusa continúa insistiendo en que le expliquen las causas de tales acciones de las autoridades turcas en relación a ciudadanos rusos y en que se tomen medidas para no permitir semejantes incidentes en el futuro”, señaló Lukashevich. Los diplomáticos rusos en Ankara han acudido al ministerio de Exteriores turco para abordar la situación. Según la agencia oficial Itar-Tass, la jefa de la sección consular de la embajada rusa, Yelena Kara-Sal, ha dicho que la carga confiscada no tiene origen ruso. ”Todas las cargas pasan control de aduanas y también una inspección de los especialistas de los servicios de seguridad del aeropuerto”, dijo la representante oficial del aeropuerto de Vnúkovo, Yelena Krylova, según la agencia Itar-Tass. Krylova manifestó que cual “a bordo no había ningún objeto prohibido” para su traslado de acuerdo con las normas de aviación. La funcionaria no desveló sin embargo a quién pertenecía la carga confiscada.

Una alta fuente rusa no identificada citada por Interfax aseguró que a bordo no había ni podía haber ningún sistema o componentes para equipo militar. La compañía rusa, Rosoboronexport, exportadora estatal responsable de la venta de armas, dijo no tener información sobre la carga del avión ni relación alguna con el vuelo. El incidente se produce sobre el telón de fondo del deterioro de las relaciones entre Siria y Turquía. Moscú sin embargo no parece tener interés en que el incidente empañe sus buenas relaciones con Ankara. Putin se dispone a desplazarse a Turquía en visita de trabajo y esa visita puede tener lugar el 3 de diciembre, según manifestó su portavoz Dmitri Peskov. La fecha definitiva será concertada por canales diplomáticos, puntualizó.