Romney promete un mayor liderazgo de EE UU en la escena internacional
El candidato propone más sanciones contra Irán y una mayor presencia militar en el Golfo
El candidato republicano a la presidencia, Mitt Romney, prometió este lunes una mayor intervención de Estados Unidos en los asuntos internacionales, criticando duramente la dependencia de Barack Obama de las intervenciones por consenso y a través de foros como Naciones Unidas. En un discurso planificado para elevar su estatura como estadista, después de su éxito en el primer debate presidencial, Romney prometió investigar a la oposición en Siria para armar a aquellos rebeldes que no tengan lazos con Al Qaeda; propuso una alianza más estrecha con Israel para detener las aspiraciones nucleares de Irán, y prometió un rearme de la nación, reforzando la Armada y evitando los recortes presupuestarios en defensa pactados por el Congreso.
El discurso de Romney marcó un alineamiento con la ortodoxia republicana y con el ideario neoconservador. Sobre todas las ideas, destacó la de que EE UU debe dirigir con mayor fuerza los asuntos internacionales. “Mucha gente en el mundo aun contempla a América como la mejor esperanza de la humanidad”, dijo. Fue una apología del papel de EE UU como exportador de “sociedades libres y economía prósperas”. Criticó duramente la estrategia de Obama de apoyar a las naciones en su búsqueda de libertad, sin hacer el trabajo por ellas, como sucedió en el caso de Libia. “Es la responsabilidad del presidente emplear el poder de América para moldear la historia”, dijo. “No podemos dejar nuestro destino a merced de los eventos”.
Para Romney, el ejemplo de Siria es una muestra de la debilidad de Obama en el plano internacional. “El presidente ha fallado a la hora de liderar en Siria, donde más de 30.000 hombres, mujeres y niños han sido masacrados por el régimen de El Asad en los pasados 20 meses”, dijo. “Yo trabajaré con nuestros aliados para organizar a esos miembros de la oposición que comparten nuestros valores, y me aseguraré de que reciben las armas que necesiten para derrotar a los tanques, los helicópteros y los cazas de El Asad”. En el caso de Irán, Romney prometió más sanciones, y “volver a la presencia permanente de portaaviones en el Mediterráneo y el golfo Pérsico”, además de “una cooperación más estrecha con Israel”, según dijo.
La fría relación de Obama con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, fue otro punto de crítica. Romney y Netanyahu son amigos personales, y se conocen desde que el primero dirigía la empresa de capital de riesgo Bain Capital, en los años 80. El candidato republicano prometió en su discurso una alianza incondicional, y la describió como un requerimiento imprescindible para poner fin a las aspiraciones nucleares de Irán. “El presidente ha dicho explícitamente que su objetivo es poner más distancia entre EE UU e Israel”, dijo. “Es una situación peligrosa que ha frustrado las esperanzas de paz en Oriente Próximo y que ha enardecido a nuestros adversarios mutuos, especialmente a Irán”.
Según los analistas políticos, Romney tuvo un resultado excelente en su primer debate electoral con Obama, centrado en la economía y celebrado el pasado miércoles. Las encuestas electorales dan ahora un empate entre ambos candidatos. Romney se está esforzado en aprovechar la iniciativa ganada y en proyectar una imagen presidencial, y de ahí que decidiera detallar sus propuestas en materia de política exterior aquí en el Instituto Militar de Virginia, una de las instituciones castrenses de educación más antiguas del país. Todo en este acto estaba diseñado para dar la idea de que Romney está listo para tomar las riendas de la nación y defender sus intereses ante otros gobiernos.
Al subir al estrado no le acompañaron las típicas canciones rock que tan machaconamente emplea su campaña. Al contrario, tomó la palabra después de que sonara Hail to the chief, el himno oficial de los presidentes de EE UU. Ante él, 500 cadetes de uniforme. De fondo, las banderas de EE UU; del Estado de Virginia, donde tenía lugar el acto, y de las cinco ramas de las fuerzas armadas norteamericanas. Romney empleó una frase de un alumno que se licenció en esta universidad, el general George Marshall, responsable de la mayor expansión militar de la historia de EE UU. “La única forma en que se puede prevenir una guerra es ganándola”, dijo.
Entre los cadetes sentaron bien las ideas detalladas, como la de retrasar la salida de Afganistán si los generales así lo consideran necesario. Obama ha prometido retirar todas las tropas antes de finales de 2014. “Uno debe escuchar a aquellos que conocen la situación, y debe tomar las decisiones según esos consejos”, dijo luego el cadete Clark Irvine, de 22 años. “Estoy segura de que Romney traería a los soldados a casa en cuanto antes, pero no debe hacerlo hasta que el trabajo esté cumplido, y eso sucederá cuando Afganistán quede libre del riesgo de volver la situación en que estaba antes de la intervención militar”, añadió la cadete Sarah Hoover, de 20 años.
Romney arriesgó poco en su discurso. No dio excesivos detalles. Habló de más sanciones a Irán, pero no dijo cuáles. Se refirió a una mayor presencia naval en las aguas del Golfo, sin explicar en qué términos. En el caso de Libia, prometió perseguir a aquellos que mataron a cuatro diplomáticos de EE UU el mes pasado, y anunció su apoyo a un gobierno “que represente a toda la población”, sin entrar en más especificidades. Fueron, en suma, unas líneas maestras que deberá defender ante Obama en los dos debates que quedan antes de la jornada electoral, en los que se debatirá también la política internacional.
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