Un ataque contra una residencia de estudiantes en Nigeria deja 26 muertos

Al menos 26 estudiantes han muerto este martes durante un ataque contra una residencia de estudiantes en la ciudad de Mubi, en el noreste de Nigeria, según ha informado un portavoz de la Universidad Politécnica Federal de Mubi. "Los asaltantes conocían a sus víctimas", asegura el portavoz policial Mohammed Ibrahim a France Presse, para explicar que los estudiantes fueron llamados uno a uno antes de ser asesinados. Algunos de ellos fueron degollados.

Un testigo, citado por la BBC, asegura que el tiroteo pudo haber producido más de 40 víctimas, pero no hay aún una cifra oficial. El ataque ocurre días después de una importante operación en contra de la secta islamista Boko Haram, aunque no está claro que sea de su autoría. El corresponsal de la BBC en Nigeria, Will Ross, relató que los cables telefónicos habían sido cortados por los milicianos en los últimos días, por lo que la comunicación con Mubi era muy complicada.

Otro testigo que no quiso ser identificado, dijo que un grupo de hombres armados entró a la residencia estudiantil y pidió a los estudiantes que formaran una línea y dijeran sus nombres. Los atacantes tirotearon a algunos y apuñalaron a otros, y dejaron sus cuerpos frente al edificio. Algunos de los muertos eran musulmanes y otros cristianos. "Todos tienen miedo", ha dicho. Añadió que muchos estudiantes estaban abandonando la ciudad (de unos 250.000 habitantes) con ramas atadas a sus coches, un símbolo de neutralidad en Nigeria.

Las autoridades han impuesto un toque de queda indefinido y ha ordenado a la población a permanecer en sus casas. La universidad ha sido cerrada.

Mubi está en el Estado de Adamawa y tiene una población dividida entre las comunidades musulmanes y cristianos. Tiene una frontera con el Estado de Borno, donde la secta islamista Boko Haram tiene cierto dominio desde 2009, que tomó control de la capital del estado, Maiduguri. La secta islamista, que pretende imponer la sharia en Nigeria, ha asesinado a más de 1.000 personas en numerosos ataques en el norte y centro del país tan solo este año.