Decenas de muertos en enfrentamientos étnicos en Kenia

Al menos 59 personas han muerto en varios enfrentamientos étnicos en Kenia en los últimos tres días. En uno de los incidentes, en el sureste del país, la policía confirmó la muerte en la noche del martes de 48 personas por enfrentamientos entre dos comunidades rurales. Por otro lado, al menos otras 11 personas han muerto desde el lunes cerca de la frontera entre Etiopía y Kenia, donde no está claro quién ha atacado a quién.

En el suceso más violento, al menos 48 personas, la mayoría mujeres y niños, murieron anoche en el distrito de Tana River, cercano a la costa y a la frontera con Somalia, a unos 300 kilómetros de la capital, Nairobi. Un grupo de de la comunidad pokomo atacó a miembros de la comunidad orma y acabó con la vida de 31 mujeres, 11 niños y seis hombres.

El ataque fue singularmente sangriento: los pokomo mataron a 34 de las víctimas a machetazos y quemaron vivas a las demás, según la policía, que añadió que hay también un alto número de heridos y de desaparecidos y que los asaltantes mataron también unas 60 vacas.

Se trata del peor incidente de este tipo en Kenia desde la violencia poselectoral que, a principios de 2008, dejó unos 1.300 muertos y más de 300.000 personas desplazadas, según las cifras oficiales.

Los pokomo son una comunidad sobre todo agrícola que extiende sus cultivos a lo largo del río Tana, que atraviesa el distrito. Por su parte, los orma son predominantemente pastores y viven de la ganadería.

Ambas comunidades tienen un largo historial de enfrentamientos por el acceso al agua y a terrenos de pasto, pero también son comunes los robos de ganado entre unos y otros. La zona de Tana River es rural y de las menos desarrolladas del país. El clima es seco y cálido, llueve poco y suele haber sequía cada año.

El ataque de anoche habría sido en represalia por otro ocurrido hace unos 10 días. Entonces, un grupo de los orma mató a tres pokomo, hirió a seis y quemó unas 100 casas pertenecientes a esta comunidad.

A su vez, este ataque de los orma también habría sido como venganza por un incidente anterior, en el que granjeros pokomo mataron a varios animales de los orma que se habían metido en sus campos y destrozado algunos cultivos.

El año pasado, más de 350 personas murieron en este tipo de enfrentamientos en las zonas de pastoreo de Kenia. Entre 2008 y 2010, cerca de 1.000 personas perdieron la vida en estas peleas por acceso a los recursos en Kenia, según las cifras de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA).

Otros 11 muertos en la frontera con Etiopía

La información es más confusa sobre el segundo incidente, ocurrido en el condado de Mandera, junto a la frontera entre Kenia y Etiopía. Un grupo fuertemente armado atacó esta mañana un poblado y mató a seis personas y robó numerosas cabezas de ganado, según la policía.

Al parecer, este incidente fue en respuesta a otro ataque en la misma zona el pasado lunes, cuando otras cinco personas murieron y, de nuevo, muchos animales fueron robados.

Los habitantes de Mandera culpan a milicias etíopes de ambos sucesos, algo que la policía no ha podido confirmar, por el momento.

Los enfrentamientos son comunes entre las diferentes comunidades que viven en las zonas áridas y semiáridas de Kenia, Etiopía y Sudán del Sur. Las recurrentes sequías, el subdesarrollo de estas áreas y la falta de asistencia por parte de sus Gobiernos dejan a muchos de estos grupos casi literalmente a merced de los elementos. La facilidad para conseguir armas de fuego y la ausencia de autoridades estatales en el terreno conlleva que estas comunidades resuelvas sus disputas mediante enfrentamientos armados.

Lo poroso de las fronteras de la zona complica la situación y, en ocasiones, provoca incidentes internacionales. El mes pasado, unos 33.000 etíopes cruzaron a Kenia y se convirtieron en refugiados huyendo de enfrentamientos de este tipo. Unos meses antes, en febrero, habían sido cerca de 30.000 kenianos los que habían hecho el camino inverso y entrado en Etiopía como refugiados, igualmente escapando de luchas armadas entre varias comunidades.