Varias ONG piden a las tecnológicas que exporten a Siria, Irán, Sudán o Cuba
Les instan a que aprovechen las excepciones del embargo para que sus ciudadanos puedan acceder las nuevas tecnologías en la defensa de los derechos civiles
Google bloqueó, hace unas semanas, el acceso a su navegador, Google Crome, y a Google maps en Siria ante el miedo a sufrir las sanciones derivadas del embargo internacional al país. Esta decisión ha determinado a más de una docena de ONG a remitir una carta a las principales empresas tecnológicas de Estados Unidos -Facebook, Apple y Google entre ellas- para que reconsideren sus reparos ante las nuevas restricciones económicas y comerciales impuestas por la comunidad internacional a países como Siria, Irán, Cuba o Sudán, y se aseguren de que sus ciudadanos pueden tener acceso a sus productos, herramientas muy útiles para denunciar los abusos que padecen a manos de sus Gobiernos.
En lugares como Irán, Cuba, Sudán y Siria, los medios online se han erigido en un santuario para el debate de las ideas, la denuncia de las violaciones de derechos humanos
“En lugares como Irán, Cuba, Sudán y Siria, los medios online se han erigido en un santuario para el debate de las ideas, la denuncia de las violaciones de derechos humanos y el apoyo a los derechos de las mujeres”, dice la carta. Los firmantes -entre los que se encuentran Electronic Frontier Foundation, Acces, Cuba Study Group, el Consejo Nacional Americano iraní o el Consejo Sirio americano- instan a los fabricantes a que reconsideren su aparente docilidad ante los nuevos embargos a la exportación de nuevas tecnologías a Siria e Irán y aprovechen las escasas excepciones de las normas para hacer llegar sus productos a la sociedad civil de estos países.
El pasado 23 de abril, Barack Obama aprobó una orden ejecutiva en la que se prohibía “vender, ceder o proveer de cualquier manera bienes, servicios o tecnología a Irán o Siria que pudiera ser utilizada para facilitar toda intervención de la Red o seguimiento a través de Internet que pudiera poner en riesgo los derechos humanos por parte de los Gobiernos de estos países o en su nombre”. La medida, que tenía por objetivo proteger las libertades civiles de los ciudadanos de esos Estados, paradójicamente, está perjudicando la capacidad operativa de los grupos de disidentes, denuncian las ONG.
Las empresas están extremando la cautela a la hora de exportar productos a países contra los que EE UU ha impuesto un embargo por miedo a las sanciones” Tomas Bilbao
El miedo a las sanciones ha llegado al extremo de que un empleado de una tienda Apple de Georgia se negó a venderle un Ipad a una clienta que hablaba persa ya que “la política de la compañía prohibía la venta de productos a Irán”, según explicó la perjudicada, Sahar Sabet, a la CNN. “Apple negó que en sus establecimientos se discriminara a los clientes, el hecho es que las empresas están extremando la cautela a la hora de exportar productos a países contra los que EE UU ha impuesto un embargo por miedo a las sanciones”, explica en conversación telefónica Tomas Bilbao, director ejecutivo de Cuba Study Group.
“Existen excepciones, el problema es que no están redactadas con mucha claridad”, indica Bilbao, que hace hincapié en que, a pesar de las nuevas restricciones, la administración Obama siempre ha manifestado su apoyo para promover el uso de Internet como motor del desarrollo de los derechos humanos. Algo en lo que, asegura, también están implicadas los gigantes de la tecnología. “Facebook fue fundamental en las revoluciones democráticas de Oriente Próximo y las empresas han reconocido su propio impacto”.
De momento, aún no han recibido contestación por parte de ninguno de los remitentes, pero las ONG se muestran esperanzadas en que la respuesta sea positiva. “Les interesa que sus herramientas puedan ser utilizadas para el bien”, señala Bilbao, que también ofrece un argumento económico ante el escepticismo de que una compañía supedite sus intereses económicos y el miedo a una sanción económica a sus principios éticos. “Es una oportunidad para entrar en nuevos mercados. La revolución en Egipto es un ejemplo claro”, razona.
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