Romney: “Dejaré sin efecto la Obamacare”
El candidato republicano disiente con la decisión del Supremo Los conservadores quieren usar la reforma como arma electoral para movilizar a su electorado
El Partido Republicano no ha digerido nada bien la decisión del Tribunal Supremo de respaldar la reforma sanitaria de Barack Obama, la Obamacare, como se refieren a ella de manera despectiva los conservadores. Su candidato oficial para presidir el país, Mitt Romney, aseguró este jueves que, si llegaba a la Casa Blanca, haría lo que no han hecho los magistrados, revocar la ley.
“Nuestra misión es clara, si nos queremos deshacer de la Obamacare, tendremos que deshacernos primero del presidente Obama”, indicó en una rueda de prensa de apenas cuatro minutos que ofreció de espaldas al Capitolio. Romney, que la víspera se mostró muy crítico con la reforma sanitaria, insistió en sus reproches un día después: “La norma era mala ayer y sigue siéndolo hoy”.
El exgobernador de Massachusetts se apoyó en el argumento ofrecido por el Tribunal para avalar la constitucionalidad de la norma -que la sanción por no tener seguro debía ser considerada un impuesto- para justificar sus críticas a la reforma. “La Obamacare supondrá un incremento impositivo para los americanos de más de 500.000 millones de dólares”, aseguró. Romney también alertó de que se frenaría la creación de puestos de trabajo, perjudicaría la cobertura médica para las personas sin recursos y añadiría “trillones al déficit y a nuestra deuda pública”.
“Ayúdenme a terminar con la Obamacare”. Con este guiño electoral se despidió el candidato republicano y parece que su invocación ha surtido efecto. Desde que se conoció el fallo del Supremo, la campaña de Romney ha recaudado dos millones de dólares, según ha comunicado uno de los portavoces. El propio Romney envió, avanzada la tarde, un correo electrónico a sus seguidores en el que insistía en que “desde el día uno” trabajará para “revocar la reforma laboral e impedir que el Gobierno tome las riendas de la Sanidad y se inmiscuya en las vidas de los ciudadanos”. En su mensaje, el candidato aprovechaba para pedir “10 dólares para frenar las políticas de los demócratas”.
Aunque el fallo del alto tribunal supone un balón de oxígeno para la reelección de Obama, los republicanos se han apresurado a usar la constitucionalidad de la reforma sanitaria como arma electoral para movilizar a su electorado, advirtiendo de que, si el presidente repite mandato, la norma seguirá adelante. “El único camino para salvar al país del asalto del Gobierno a la Sanidad que supone la Obamacare, pasa por elegir a un nuevo presidente”, señaló en un comunicado el presidente del Comité Nacional Republicano, Reince Priebus.
Nuestra misión es clara, si nos queremos deshacer de la Obamacare, tendremos que deshacernos primero del presidente Obama” Mitt Romney
Eric Cantor, el líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, en línea con la nueva consigna conservadora, instó a las bases de su partido a volcarse en la campaña. "El pueblo americano va a tener una oportunidad en noviembre para enderezar la dirección de este país en lo que a la política sanitaria se refiere", indicó en una rueda de prensa, antes de que Romney compareciera ante los medios.
La frontal oposición a la reforma sanitaria del presidente fue el caballo de batalla a cuya sombra se gestó y creció el movimiento más ultraconservador y reaccionario del Partido Republicano, conocido como Tea Party. Una de sus principales líderes, la representante por Minnesota Michele Bachmann esperaba junto a otros manifestantes a las puertas del Supremo para conocer su decisión de primera mano. “Hoy América ha cambiado para siempre”, se ha lamentado la que fuera candidata republicana en las primarias. Tras contradecir al alto tribunal, al asegurar que la reforma era inconstitucional, ha vaticinado que, si Obama repite mandato, “EE UU se convertirá en Grecia”. Otro de los líderes del Tea Party, el senador por Florida Marco Rubio, no ha dudado en asegurar que la resolución del Supremo “es buena para el presidente pero terrible para América”. El político de origen cubano, uno de los posibles candidatos a la vicepresidencia del país, ha mostrado su interés por que la ley sanitaria cope el centro del debate electoral en los meses que restan hasta noviembre.
Quienes no están dispuestos a esperar tanto son los líderes republicanos en el Capitolio. El presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, ya ha advertido de que su partido votará en contra del mantenimiento de la ley, una votación a la que Cantor ya ha puesto fecha, el próximo 11 de julio.
Desde que se conoció el fallo del Supremo, la campaña de Romney ha recaudado dos millones de dólares
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Reforma sanitaria EE UU
- Mitt Romney
- John Boehner
- Partido Republicano EE UU
- Partido Demócrata EE UU
- Tea party
- Michele Bachmann
- Marco Rubio
- Elecciones EE.UU. 2012
- Reforma sanitaria
- Elecciones presidenciales
- Política sanitaria
- Estados Unidos
- Elecciones
- Norteamérica
- Sanidad
- América
- Salud
- Partidos conservadores
- Conservadores
- Partidos políticos
- Ideologías
- Política