El Gobierno boliviano reanuda el diálogo con los policías amotinados
El Ejecutivo dice que se trata de un intento de "evitar fatales por enfrentamientos callejeros"
El Gobierno boliviano ha aceptado reanudar el diálogo con los nuevos representantes de la tropa amotinada de la Policía en un intento de frenar la escalada de violencia que se pretende desatar en el país y encontrar soluciones a las demandas de los policías.
El ministro del Interior, Carlos Romero, ha dicho en una rueda de prensa que esta disposición gubernamental al diálogo y a la concertación es “un intento objetivo de evitar que tengamos víctimas fatales por enfrentamientos callejeros que están buscando determinados grupos, que exceden en su accionar el marco de la institucionalidad y la normativa”.
Las autoridades han expresado su preocupación por la existencia de un “escenario de conspiración” en pleno desarrollo y que podría cobrar nuevo dinamismo al amparo de la novena marcha indígena que se encuentra a unos 20 kilómetros del centro de La Paz.
El diálogo, poco antes de la medianoche boliviana, se entabla con los nuevos representantes de los amotinados, procedentes de las unidades policiales de las nueve provincias de Bolivia, designados después de que la tropa ha desconocido a los delegados que firmaron inconsultamente un convenio con las autoridades ya que no llena sus expectativas.
Apenas horas antes, el vicepresidente Álvaro García Linera y las autoridades gubernamentales habían asegurado que el acuerdo suscrito la madrugada del domingo estaba en plena vigencia y no iba a atenderse la demanda de los policías por un principio de autoridad.
El creciente malestar ciudadano ante la inseguridad, la inminente llegada de miles de indígenas a La Paz y la presencia de otros cientos de seguidores del Movimiento Al Socialismo en defensa del presidente Evo Morales y el proceso de cambio están apremiando a las autoridades a lograr una solución al conflicto, también en expansión, de la Policía.
El motín policial, que estalló en La Paz y Cochabamba hace cinco días, se ha agravado con el repliegue general de la tropa y la suspensión de todos los servicios en el país; la ocupación de las unidades policiales y, en los últimos días, la adhesión de los mandos medios al movimiento de reivindicación económica de los suboficiales, sargentos, clases y policías junto a sus esposas, en huelga de hambre.
El ministro del Interior, Carlos Romero, ha invitado a los delegados de los nueve departamentos que acrediten sus camaradas a presentarse de forma inmediata en el ministerio del Interior. “El diálogo va a permitir que se retome la agenda de temas ya planteados, analizar los acuerdos asumidos, las observaciones a ese acuerdo y los planteamientos” que se hagan, ha explicado Romero.
A la vez ha hecho un llamado para que nadie de los movimientos sociales y la ciudadanía se deje llevar “por la provocación que busca generar la confrontación y violencia con resultados seguramente lamentables”.
Los amotinados mantuvieron el control sobre la plaza de armas de La Paz y expulsaron con gases lacrimógenos a grupos de seguidores afines al MAS, que llegaron para defender la Casa de Gobierno.
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