Los candidatos confrontan sus políticas migratorias ante la comunidad hispana
El presidente exhorta al Congreso a que concluya la reforma migratoria Romney acusa al presidente de incumplir sus promesas en inmigración
Barack Obama instó este viernes al Congreso de Estados Unidos a concluir la reforma migratoria ante el centenar de hispanos presentes en la convención anual de la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos (NALEO) en Orlando (Florida). Lo hizo en el mismo foro en el que, 24 horas antes, su rival en las elecciones presidenciales de noviembre, Mitt Romney, acusó al presidente de no haber cumplido sus promesas en materia de inmigración.
Romney evitó pronunciarse acerca de si mantendrá la paralización de las expulsiones de inmigrantes ilegales si llega a la Casa Blanca
Con el anuncio, justo hace una semana, de la suspensión de las deportaciones de los jóvenes en situación ilegal en Estados Unidos, Obama puso el tema de la inmigración en el centro del debate electoral, obligando a Romney a precisar su política migratoria. “Después de tres años y medio, solo se ha acordado de vosotros ahora que necesita vuestros votos”, así aceptó el exgobernador de Massachusetts el envite del presidente. El exgobernador de Massachusetts evitó pronunciarse acerca de si mantendrá la paralización de las expulsiones de inmigrantes ilegales si llega a la Casa Blanca. “Yo no adoptaré soluciones temporales, resolveré el problema de manera permanente”, es todo lo que dijo.
Obama -abrió su discurso con unas palabras en español. Romney no-, por su parte, culpó al Congreso de la paralización de la reforma migratoria, responsabilizando directamente al obstruccionismo del Partido Republicano de que la Dream Act -la ley que pretende regularizar la situación de jóvenes sin papeles que llegaron a EE UU de niños y que ahora están cursando la Universidad o sirviendo en el Ejército- todavía no se haya aprobado. “La norma no ha cambiado dede 2009, han cambiado los republicanos”, remarcó el mandatario demócrata.
El presidente -que evitó pronunciar el nombre de su rival político- alertó al público de las intenciones de Romney si llega a la Casa Blanca: “Vuestro ponente de ayer dijo que vetaría la Dream Act y os apuesto a que lo hará”. La frase desató el entusiasmo de los presentes que no pararon de jalear a Obama cada vez que se refería a la reforma sanitaria o a sus políticas referentes a la clase media. Una reacción muy distinta a la que acompañó al exgobernador de Massachusetts el día anterior, quien solo consiguió tímidos aplausos.
Obama culpó al Congreso de la paralización de la reforma migratoria
La comunidad hispana está especialmente concernida por la reforma migratoria -11 millones de hispanos viven en situación irregular en EE UU- y su voto puede decantar el resultado electoral en aquellos Estados clave que tradicionalmente no tienen definido su color político (swing States). El voto latino parece inclinado a favor de Obama, de acuerdo con las últimas encuestas -la publicada por el diario The Washington Post otorgaba al presidente un apoyo del 68%, frente al 30% de Romney-. Sin embargo, muchos hispanos que en 2008 apoyaron al mandatario demócrata - obtuvo el 67% del apoyo del electorado latino- , se sienten defraudados, cuatro años después.
El candidato republicano trató de sacar partido a esa frustración apelando a a economía, el terreno en el que mejor se desenvuelve y en el que encuentra más argumentos para desprestigiar a Obama. “La media de desempleo en EE UU es del 8%, la de los hispanos del 13%”, explicó. Romney esbozó los ejes principales de su política migratoria, tratando de alejarse de las posiciones más extremas del ala ultraconservadora de su partido. Abogó por favorecer la reunificación familiar, facilitar el acceso a la nacionalización de los inmigrantes en el Ejército y otorgar la nacionalidad a quienes saquen las mejores calificaciones universitarias -”queremos a los mejores aquí”, puntualizó-. Sin embargo, también insistió en la necesidad de reforzar los controles en las fronteras y de impedir que se contrate a trabajadores ilegales.
La comunidad hispana está especialmente concernida por la reforma migratoria y su voto puede decantar el resultado electoral en aquellos Estados clave que tradicionalmente no tienen definido su color político
Tanto Obama, el viernes, como Romney, el jueves, hicieron hincapié en el abismo que separa las propuestas de uno y otro en materia económica, sanitaria, educativa y en la forma de abordar la mejora de las clases medias. “En noviembre no se decide entre dos personas, se decide el futuro de este país”, sostuvieron ambos.
También coincidieron en presentar a EE UU ante la comunidad hispana como la tierra de las oportunidades, presentando a sus progenitores como ejemplo de que el sueño americano sigue vigente. “Os veo a vosotros y veo a mi padre, me veo a mí, a mis hijas, quién sabe hasta dónde puede llegar alguien en este país si se le dan oportunidades”, dijo Obama. “Mi padre no estudió una carrera, pero tuvo la suerte de crecer en un país donde se recompensa el trabajo duro. Llegó a ser gobernador de Michigan. Es mi historia, pero también podría ser la de cualquiera de vosotros”, explicó Romney.
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