Veteranos chinos exigen la dimisión del 'zar' de la seguridad
Zhou Yongkang es el máximo responsable de la Comisión de Política y Ley y miembro del Comité Permanente del Politburó El caso está ligado a la caída de Bo Xilai y las tensiones existentes en el Partido Comunista
La reciente expulsión de Bo Xilai del Politburó y del cargo de secretario del Partido Comunista Chino (PCCh) en la municipalidad de Chongqing sigue generando ondas de choque. Un grupo de veteranos miembros del partido ha publicado una carta abierta al presidente chino, Hu Jintao, en la que pide la destitución de Zhou Yongkang, máximo responsable de la seguridad nacional y uno de los nueve integrantes del Comité Permanente del Politburó.
La sorprendente petición está directamente relacionada con la caída de Bo, líder del ala más izquierdista y conservadora del PCCh, que se ha convertido en el marco del mayor escándalo político que vive China desde las manifestaciones de la plaza Tiananmen, en 1989. Este tipo de cartas son raras en China, donde la disensión abierta y la crítica a los altos dirigentes suelen ser castigadas con dureza.
Zhao Zhengrong -un funcionario anticorrupción jubilado de la prefectura de Zhaotong, en la provincia de Yunnan- asegura que él y otros 15 miembros del partido han enviado la propuesta pidiendo la dimisión de Zhou, informa France Presse. Zhao afirma que la decisión se debe a que el máximo responsable de la seguridad de China dirigió el llamado ‘modelo de Chongqing’ y apoyó a Bo Xilai. Zhao se refiere a sendas campañas lanzadas por Bo Xilai, una contra la corrupción y la mafia en esta municipalidad -que sus críticos aseguran que utilizó ampliamente la tortura e ilegalidades- y otra para revivir la parafernalia y las canciones maoístas, con el único objetivo de ganar más poder. Según algunos activistas chinos, Zhou manipuló a la judicatura para ayudar a Bo en Chongqing.
Desde 2007, Zhou Yongkang es el miembro del Comité Permanente del Politburó –máximo órgano de poder del país- con responsabilidad sobre la policía, los tribunales y las agencias de seguridad.
El llamamiento para que Zhou sea destituido como responsable de la Comisión de Política y Ley –que controla a los jueces, los fiscales y la policía- se produce en medio de la especulación de que ya ha sido desprovisto de sus poderes. El diario británico Financial Times publicó el domingo pasado que Zhou ha cedido el control operacional del aparato de seguridad al ministro de Seguridad Pública porque había defendido a Bo en discusiones internas del PCCh. Otras informaciones aseguran que Zhou sigue firmemente al mando, como demuestran sus continuas apariciones públicas. Sin embargo, estas podrían haber sido organizadas para trasladar impresión de normalidad.
Si es cierto que el zar de la seguridad ha sido también purgado, es poco probable que sea expulsado del Comité Permanente. Una destitución pública daría otro golpe al partido comunista, y en cualquier caso, Zhou, de 69 años, tiene que dejar el cargo en el XVIII Congreso del PCCh que tendrá lugar a finales de este año o principios del que viene, cuando será renovada la cúpula dirigente. La expulsión abierta de Zhou quebraría la imagen de unidad que pretende trasladar el partido de cara al cónclave.
La caída de Bo y las especulaciones sobre la situación de Zhou Yongkang son percibidas como una muestra de las tensiones existentes entre las diferentes facciones del PCCh: por un lado, quienes abogaban por el conservadurismo maoísta –aunque sea como herramienta para alcanzar el poder- como Bo Xilai, y por otro, quienes defienden la necesidad de reformas políticas y del gobierno de la ley, en la línea trazada por el actual primer ministro, Wen Jiabao. Ambas facciones se disputan los asientos en el Comité Permanente del Politburó que saldrá del congreso.
La prensa de Hong Kong publicó a finales del mes pasado que el Gobierno central había enviado un equipo a la ex colonia británica para investigar “la inmensa cantidad de activos que tienen Bo Xilai y su familia” en Hong Kong, así como sus relaciones con Zhou Yongkang. Bo fue destituido en medio de sospechas de corrupción, de que espió al presidente chino, Hu Jintao, y de que su esposa, Gu Kailai, participó en el homicidio de un hombre de negocios británico al que supuestamente pidió que sacara de China grandes cantidades de dinero de la familia.
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