Sarkozy recorta un punto a Hollande, que sigue cómodo en cabeza
El 49% de los franceses creen que la campaña del presidente es demasiado derechista
A una semana de la segunda vuelta de las presidenciales, el 6 de mayo, un sondeo de IPSOS para Le Monde ha recortado este lunes la ventaja de François Hollande sobre Nicolas Sarkozy hasta los seis puntos, 53% contra 47%. La encuesta, realizada entre el viernes y el sábado, explica que la leve mejoría de Sarkozy se debe al descenso de la fidelidad a Hollande entre los votantes de Jean-Luc Mélenchon (el 80% declara que le votará el domingo frente al 86% que tenía esa intención el 22 de abril), así como a un progresivo acercamiento de los electores del centrista François Bayrou a Sarkozy: el 40% dice que le dará su voto, frente al 32% que planeaba hacerlo hace 10 días.
El sondeo revela también que el electorado de Marine Le Pen no parece creerse el giro a la ultraderecha del presidente saliente, en sintonía con las declaraciones de la líder del Frente Nacional. La cota de votantes que planea apoyar a Sarkozy baja del 60% al 54%. También Hollande pierde terreno entre los lepenistas, pasando del 18% al 14%. Los electores de ultraderecha que piensan abstenerse o votar en blanco crecen con fuerza: del 22% al 32%.
Otra encuesta de Opinion Way para La Croix revela hoy que el conjunto de los franceses piensa de forma mayoritaria (un 49%) que Sarkozy ha girado “demasiado a la derecha”; para el 44%, sin embargo, su discurso está en la dirección justa. El 64% de los electores de Le Pen aprueba el viraje, mientras el 60% de los seguidores de François Bayrou lo deploran. Estas cifras parecen consolidar la idea de que Sarkozy se mueve en un terreno minado y que su margen de maniobra es limitado.
El equipo del presidente repite cada día que confía en que una gran movilización final de las fuerzas conservadoras dará la vuelta a los pronósticos en las urnas. De momento, no parece que los abstencionistas estén dispuestos a sumarse a la fiesta: el 82% de los consultados se dice seguro de votar el domingo, frente al 83% que lo afirmaba justo antes de la primera vuelta. La participación entonces fue del 79,5%.
El grado de adhesión y rechazo medido por IPSOS favorece también a Hollande, aunque las cifras que miden el entusiasmo que suscitan ambos líderes son realmente bajas: un 20% desea “verdaderamente” la victoria del socialista, frente al 17% que declara querer la de Sarkozy. Al revés, el 45% confía en que el presidente saliente pierda, contra el 39% que espera que Hollande no se lleve la victoria.
El sondeo detecta que la campaña ha mitigado bastante el sentimiento antisarkozy: en febrero, el 57% de los encuestados deseaba su derrota, frente al 45% actual. Hollande también ha ido convenciendo a más gente de que es el hombre adecuado: en febrero solo tenía un 14% de adhesiones entusiastas, y hoy cuenta con un 20%. Poco arrebato, en todo caso, ante la decisiva cita del domingo.
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