Asesinado a tiros un general mexicano vinculado a la guerra sucia en los 70

El general retirado Mario Arturo Acosta Chaparro, uno de los protagonistas de la oscura guerra sucia en el México de los 70, ha muerto esta tarde tras ser tiroteado en la capital mexicana, según ha informado la Cruz Roja Mexicana en un comunicado.

El atentado contra Acosta Chaparro ha ocurrido en la esquina de las calles Lago Trasimeno y Lago Como, en la colonia Anáhuac, en la delegación Miguel Hidalgo, al noroeste de la ciudad. Los autores del atentado han sido dos individuos que viajaban en una motocicleta.

El procurador Jesús Rodríguez Almeida detalló en una rueda de prensa que a las 18.15 hora local la víctima acudió a un taller automotriz denominado Servicio Europeo a bordo de una furgoneta Ford tipo Explorer y cuando conversaba con una persona un individuo se le acercó y le disparó de cerca. A continuación, huyó con su cómplice.

La Cruz Roja Mexicana confirmó en un comunicado enviado dos horas más tarde la muerte del general que murió "debido a las heridas que le ocasionaron tras disparos de arma de fuego en la cabeza". El general retirado, según Cruz Roja aún "registraba signos de vida al momento de ser atendido por los paramédicos, quienes de inmediato le aplicaron los primeros auxilios y lo trasladaron de emergencia al área de Urgencias del Hospital Central de Cruz Roja Mexicana".

A pesar de los esfuerzos por reanimarle, el general Mario Arturo Acosta Chaparro murió durante el traslado al hospital.

El general recibió formación militar en las escuelas de Fort Benning (Georgia) y Fort Bragg (Carolina del Norte). Destinado en 1974 a la zona militar de Guerrero como capitán, su paso por el estado estuvo marcada por la desaparición de muchos opositores al Gobierno y por su rápido ascenso en el escalafón. Allí se especializó en la guerra sucia contra la insurgencia guerrillera, asunto del que llegó a escribir un manual.

En 2000 fue encarcelado por sus supuestos vínculos con el narcotráfico y en 2002 fue condenado por su relación con el cártel de Juárez, aunque en 2005 un tribunal federal anuló la sentencia y posteriormente fue exonerado de todo cargo. En 2004 fue absuelto por la desaparición de 22 campesinos a los que supuestamente habría arrojado desde un avión.

En 2008 se retiró con honores tras 45 años de carrera. En 2010 escapó con vida de otro atentado en la colonia Roma de México DF, en el que resultó herido de bala.