La derecha trata de sacar partido de la detención de DSK
El interrogatorio del ex director del FMI irrumpe así en plena campaña electoral francesa
La detención en Lille del exministro socialista Dominique Strauss-Kahn, quien fue hasta su arresto en Estados Unidos el año pasado el probable candidato socialista a las elecciones de esta primavera, ocurre precisamente en plena campaña electoral. Algo que no ha pasado desapercibido para el partido conservador del presidente y candidato a su reelección Nicolas Sarkozy, la Unión por un Movimiento Popular (UMP). Su secretario general, Sébastien Huyghe, trató ayer de sacar partido de esta coincidencia y acusó al socialista François Hollande, favorito en los sondeos, de haber silenciado los “casos de dinero y de sexo” como el de DSK.
“François Hollande, quien ha sido durante 11 años primer secretario del Partido Socialista, tenía que estar al corriente de estos tejemanejes”, explicó Huyghe a la agencia France Presse. “Tiene que dar explicaciones sobre este silencio, sobre todo que decidió tomar como director de campaña a Pierre Moscovici, cercano entre los más allegados, de Dominique Strauss-Kahn, y quien no podía ignorar el hecho de que se entregaba a la lujuria en los grandes hoteles”, añadió.
El interrogatorio de Strauss-Kahn irrumpe así en plena campaña electoral, apenas una semana después de que el presidente Sarkozy hiciera oficial su intención de pedir un segundo mandato en El Elíseo. Sin embargo, el escándalo tiene pocos visos de salpicar a Hollande, quien pese a su papel predominante en el aparato del partido en los últimos años, nunca fue una allegado de DSK. Fue de hecho el primero en anunciar su intención de enfrentarse a Strauss-Kahn en las primarias socialistas, cuando todos daban por hecho la victoria del economista.
Por otra parte, el ex dirigente del Fondo Monetario Internacional, consciente del daño que podía hacerle a su partido el rechazo generado en la opinión pública por el riego de revelaciones que surgieron a raíz de su detención en Nueva York por agresión sexual, ha adoptado desde que volvió a Francia en septiembre del año pasado un perfil bajo. Trató de recuperar el aura perdida con una disculpa pública en televisión, después de que la fiscalía abandonara los cargos contra él en Estados Unidos, que no sirvió para revertir la tendencia.
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