El proceso de consolidación de la oposición

Ayer domingo se celebraron en Venezuela las primarias para la selección del candidato presidencial que tendrá el desafío de competir electoralmente con el presidente Chávez en las elecciones del 7 de octubre de este año.

La consulta posee un carácter inédito en Venezuela —y quizás en el mundo— en virtud de haber reunido tres características que la hicieron distintiva, a saber: 1) se trató de una elección primaria abierta a todos los electores inscritos en el Registro Electoral Permanente, estimado, de acuerdo al Consejo Nacional Electoral del 30 de noviembre de 2011, en más de 18 millones de electores; 2) es la primera consulta electoral en la que se escoge el candidato presidencial de una coalición política (la oposición venezolana) y no solo de un partido, y 3) en la consulta los electores también votaron por alguno de los aspirantes a 17 gobernaciones y 247 alcaldías, cargos que serán renovados el 16 de diciembre de este año y el 14 de abril de 2013, respectivamente.

En suma, la primaria forma parte del proceso de unificación y consolidación de las fuerzas opositoras como alternativa política al Gobierno del presidente Hugo Chávez y tiene una especial significación en la medida que permite la legitimación sociopolítica de los candidatos seleccionados. Tal proceso ha estado caracterizado por avances significativos en la dimensión electoral, como ocurrió con la victoria obtenida por este bloque, en términos de votos, en las elecciones parlamentarias de 2010, un resultado que produjo una importante recuperación de la imagen de la oposición en la opinión pública, conforme evidencian diversas encuestas.

Para señalar un ejemplo, en enero de 2011 una encuesta de cobertura nacional registró, por primera vez en 12 años, un 51% de entrevistados que señalaba que la oposición podía conformar un buen equipo de gobierno, y en esa misma fecha más del 60% de los entrevistados aprobó la labor de la oposición, en general, y de la Mesa de la Unidad Democrática, en particular, la instancia que desde finales de 2009 reúne a los partidos de oposición.

A partir de ahora se inicia la fase más exigente y delicada de la carrera presidencial de cara a las elecciones del 7 de octubre. El principal desafío de la oposición será ganarse el respaldo de una porción relevante de los venezolanos más pobres, que de acuerdo a investigadores de la Universidad Católica Andrés Bello rondaba, para 2008, cerca de la mitad de la población (con exactitud, el 48%). El Gobierno, por su parte, tiene el desafío de intentar legitimar una nueva reelección del presidente Chávez (para un tercer periodo de seis años adicionales), en medio de un contexto social en el que se han agravado problemas tales como la inseguridad, la inflación y el desempleo, para señalar solo algunos de los que destacan las encuestas de opinión pública.

Todo indica que estaremos en presencia de una elección presidencial más competitiva que las de 1998, 2000 y 2006, pues el potencial electoral de Chávez, aun en los estudios en los que aparece con importantes cifras de aprobación de gestión y popularidad, se ha reducido a la mitad respecto de lo que señalaban las encuestas efectuadas entre octubre de 2005 y noviembre de 2006, y en algunas otras la ventaja que obtiene el presidente oscila entre cuatro y ocho puntos porcentuales.

John Magdaleno es politólogo, profesor de la Universidad Simón Bolivar de Caracas y director de la consultora venezolana Polity.